Diario de una cuarentena (XII)

Las mascarillas se resisten en la barbilla, aunque parece cuestión de tiempo que se deslicen más abajo

Undécima semana de cuarentena y a toda máquina hacia una nueva normalidad. El Festival de Cine Fantástico de Sitges anuncia que, cuando pueda celebrarse, se homenajeará a Stephen King y Quentin Tarantino como guionista y director del 2020. En Gijón, la policía ha denunciado a un youtuber que se dedicó a explicar cómo había llegado hasta allí desde Galicia. Resulta evidente que, entre llevarse la Playstation o a una de las Kardashian a una isla desierta, habría elegido la Play. ¿A quién le iba a contar lo de la señora? La réplica de la policía gallega ha sido poner a limpiar una playa protegida a un grupo de erasmus que, confitados desde hace tres meses, no tuvieron mejor idea que quedar allí para hacer un botellón. Según las declaraciones de la autoridad, "la zona quedó impoluta". El inventario de la despensa descubre que todavía me queda papel higiénico de la compra de la primera semana. Si hubiera almacenado la misma cerveza, tendría que aprovechar la movilidad para ir a una clínica. Preocupado por las consecuencias de no seguir las normas durante la fase dos, el viernes me tomé una birra de once horas en la terraza de un bar, a dos metros de las otras mesas. La chica que me atendió nos informó de que no podía ponernos un cenicero, pero a continuación nos sirvió un cuenco con frutos secos para compartir. Queda desvelada la razón de la prohibición: se trata de una campaña de Sanidad para insistir en que se deje de fumar. Es lunes y visito una obra. Lo de llevar guantes parece que ya hace tiempo que pasó a mejor vida. Las mascarillas todavía se resisten en la barbilla, aunque parece cuestión de tiempo que se deslicen más abajo. La vuelta a los niveles de mugre habitual de los aseos indica la imposibilidad de la lucha. En la calle, superada la escasez inicial de estas protecciones y en plana eclosión de mascarillas customizadas, todavía se aguantan las de fabricación propia. El éxito que en las redes ha tenido la que se tejió una chica con punto de cruz solo lo supera la foto del caballero bañándose con guantes de látex y mascarilla quirúrgica. Hace unas semanas, el Ministerio de Sanidad informó que, con la vuelta de la normalidad, solo volverían a ser normales aquellos que ya lo eran antes. Se les olvidó precisar que, no todos. El retorno a la normalidad política queda para la semana que viene, cuando Torra explique cuántos millones se pueden quedar las demás autonomías.

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