'Drussila', sola desde haceuna semanaApología de la cocina de la tierra

La cocina es cultura y desde los fogones de su restaurante, Adolfo defiende las señas de identidad de su tierra. Considera que la cocina española vive en la actualidad su mejor momento, pero teme que la globalización acabe con los platos autóctonos. "Respeto y valoro la cocina vanguardista, pero todos no podemos ser Ferrán Adriá y ese es uno de los defectos de la juventud actual. Hemos de apostar por el vanguardismo pero respetando nuestros sabores de siempre, los de nuestros abuelos", asegura Adolfo.

La cocina es algo muy personal, igual que la carta de su restaurante, formada íntegramente por platos propios de la casa. Algunos de ellos tan típicos como la porra o el gazpachuelo. Pero con un plus de distinción, como mandan los cánones de la cocina moderna. Adolfo está en el candelero esta semana por la XII Semana de la Caza Mayor y Menor, que estaba previsto que se clausurasen hoy, pero que, dada la demanda, se prolongará hasta el martes.

El éxito de las jornadas, según explica el propio Adolfo, parte de la calidad de sus productos. "El proveedor sabe lo que queremos y cuando se acerca la fecha, nos lo prepara. Trabajamos con piezas de Cazorla y Toledo, principalmente, pero con lo que más problemas tenemos es con la becada, que es un ave de charca que se caza en Huesca", explica. Precisamente, éste es uno de los platos estrella de las jornadas, por lo selecto del producto, cuya carne tiene un sabor singular.

Pero el arte del buen comer se inicia con la búsqueda de los condimentos y no termina hasta que se sirve el plato en la mesa. En este sentido, Adolfo ofrece un servicio casi personalizado. "Nuestro restaurante es pequeñito, tenemos 13 mesas para no más de 55 comensales, y además de las seis personas que trabajamos en la cocina, tenemos otras cuatro en sala", añade el cocinero malagueño, que hoy se puede considerar un profeta en su tierra, tras pasar por fogones suizos, franceses y catalanes.

La Sociedad Protectora de Animales encontró a esta perrita el sábado pasado abandonada en una carretera malagueña. Según dicen sus veterinarios, no tiene más de dos o tres años y pesa unos cinco kilogramos. Sus cuidadores cuentan que está un poco asustada, pero que se nota que es "una perrita casera y sociable".

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