Aunque los dos partidos que se disputan el voto en la derecha sociológica andaluza parece que no se hayan enterado, las elecciones del 2 de diciembre se celebran en Andalucía como señala el título de esta columna. No son elecciones generales en España a pesar de que tanto Rivera como Casado han decidido casi venirse a vivir a Andalucía en las dos semanas que dura la campaña electoral para hablar de su visión sobre la realidad política en España.

Que Partido Popular y Ciudadanos estén en clave de política nacional en lugar de centrarse en los problemas y las soluciones que necesita Andalucía en los próximos 4 años, hace más difícil que la campaña electoral sirva para ofrecer a la ciudadanía el debate democrático que la sociedad andaluza necesita y merece en este momento concreto de la política andaluza.

Y creo sinceramente que, dado que estamos llamados a decidir quién va a presidir el Gobierno de la Junta de Andalucía, al conjunto de la ciudadanía le va mejor un debate electoral centrado en nuestros problemas, en nuestros desafíos y en las soluciones y propuestas que ofrecen las candidatas y candidatos para asegurar un futuro mejor.

Una campaña tranquila sin crispación; una campaña sin insultos a Andalucía y a los andaluces; una campaña en positivo que en definitiva contribuya a conformar más y mejor conciencia social sobre la realidad que condiciona nuestras vidas, parece una aspiración difícil de conseguir a tenor de cómo se han orientado los partidos de la derecha en las semanas precedentes.

Andalucía es mayoritariamente una sociedad progresista que vota a partidos situados a la izquierda y en este contexto, es una evidencia que el PSOE es hasta ahora el partido que mejor ha sabido representar a la ciudadanía andaluza y defender con hechos el anhelo andaluz de libertad, igualdad y progreso, que se comprueba legislatura tras legislatura.

Tendremos que valorar por tanto, no sólo las propuestas concretas para superar los problemas y los desafíos, sino también si el voto sirve para conformar Gobierno o sirve para bloquear la investidura de quien gane democráticamente estas elecciones, ya que este es un escenario no deseable para los intereses generales de Andalucía. Y, aquellos que piensan en estas elecciones en clave nacional, delatan una posición proclive al bloqueo.

A mi me interesa convencer con argumentos que es mejor que apostemos por más igualdad, más y mejores servicios públicos o más investigación y desarrollo. En definitiva, más Andalucía.

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