Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

Esperando a que escampe

ME quedo esperando a que escampe la tormenta de rayos y truenos que protagoniza el proceso asambleario interno del PSOE para la designación de candidatos a las elecciones generales y autonómicas. Tanto guijarro cayendo de punta impide al observador hacerse una idea objetiva del proceso. Por ejemplo, lo que pasó en la agrupación del Puerto de la Torre es diametralmente opuesto a lo que sucedió en El Palo. Y seguramente, sólo los dioses conocen los designios por el que discurrirán los derroteros de la asamblea de la todopoderosa agrupación Centro, convocada para hoy mismo. Por lo que la prudencia aconseja aguardar a la celebración del comité provincial del próximo sábado día 22, que es el órgano que debe decidir en penúltima instancia, aunque es sabido que ahí el aparato se mueve como el pez por el agua. Tiempo habrá para el análisis.

No parece buen momento para la reflexión tranquila, impedida también por la agitación de tanto festejo prenavideño y por la bronca suscitada por los populares para intentar dirimir, de forma que se antoja forzada, quién hizo más por la llegada del AVE a Málaga, cuando lo importante es que llega, y con él un gran salto hacia el futuro. Lo de resucitar a Francisco Álvarez Cascos para dar leña a Magdalena Álvarez parece una acción pueril y sin sentido, sobre todo si, como sucedió este pasado sábado, la ministra de Fomento se apresura a poner todas las medallas que le correspondían a su antecesor en el cargo, además con elegancia, sin mentar la bicha de Lérida, y como bienvenida del ex vicepresidente al Gobierno al homenaje urdido por su amiga Celia Villalobos, que aparece un poco obsesionada con la idea de no dar ni un respiro a su contrincante en los próximos comicios legislativos.

Solapada por hechos tan llamativos, la vida sigue. El sector crítico del Partido Popular (PP) acaba de hacer pública una carta abierta al presidente provincial de esta organización, Joaquín Ramírez, al que acusan de dejarse manejar por el secretario general Elías Bendodo. En la misiva del colectivo que se autodenomina "Todos unidos siempre", se acusa a ambos dirigentes de ser los responsables del cierre de la sede que el PP tenía en la carretera de Cádiz, que tan buenos resultados aportó para el crecimiento de los populares en la capital, así como de estar detrás de que no se celebre la tradicional cena que la militancia de esa populosa barriada malagueña venía celebrando desde hace años.

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