El espontáneo

Juan Cachón

Espuma de champán

DON Nicolás últimamente no sabía hacer otra cosa que recriminarse a sí mismo su pasado, como si lo tuviese metido en un pendrive, se ponía melancólico y las últimas noches de luna llena lo recordaba todo con máxima nostalgia. De todas formas se le solía oír muy a menudo la siguiente monserga: "Prefiero la libertad a la vida" , y acto seguido le regañaba a uno de sus nietos diciéndole en tono solemne: "Que te quede claro pequeño gorrión, que lo que nos pasa es que no nos pasa nada o que lo que pasa es que sois todos unos auténticos quejicas". Dicho y hecho, se subió a lo alto de una escalera que se utilizaba en la casa para cambiar las bombillas de bajo consumo y quitar el polvo de las lámparas de estilo viscontiniano y, como si estuviese subido en un púlpito de gótico florido, espetó: "Nunca fui brillante y ahora ni siquiera soy joven". Aquello puesto en boca de Don Nicolás, que frisaba los 70 años dio mucho que pensar a su nieto de 18 años. El rapaz, desconcertado, replegó sus alas y se sumergió en su cuarto, un cuadrado exacto de 4x4 metros de estilo minimalista y pintado todo en color blanco interrumpido en una pared por una reproducción de un cuadro de Rothko y acto seguido comenzó a consultar en Google "las chispas del azar". Pues a Miguelín, que tal era el nombre del rapaz, le tenía intrigado y lleno de curiosidad todo lo relativo a la física cuántica y a la filosofía griega antigua, centrándose en los filósofos presocráticos y sobre todo en Heráclito, amante de la verdad, que buscó todo con enigmas y temas lapidarios "Todo fluye", el cambio perpetuo.

Don Nicolás le comentó a su nieto: "Hoy en día el hombre de letras está siempre en vilo, vivimos una especie de comezón, nos abruma todo, para muestra basta un botón.

En el año 2009 se publicaron en España cerca de 90.000 novedades: Pienso, deduzco y creo que el eccema que aparece y desaparece con una frecuencia de tipo lunar en las mejillas de color ceniza de Don Nicolás se debe a su ansia de abarcarlo todo, "es tan imposible como que yo cruce a nado el río Bidasoa en el mes de agosto vestido de frac, en definitiva mi querido gorrión, -le dijo Don Nicolás a su nieto Miguelín-, lo que hay que lograr en el largo o corto viaje de la vida es hacer más con menos, es decir, hay que poner de moda los neologismos como efemeralización, sinergia y tensegridad y para acabar esta pequeña parábola que te estoy queriendo transmitir hay que hacer todo lo contrario que cuando se abre una botella de champán, sale mucha espuma pero es efímera, tan efímera como la vida misma".

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