Los restos de Eugenio Chicano, fallecido el pasado martes, descansan desde ayer en el cementerio de Vélez-Málaga, localidad a la que le unía un importante vínculo familiar, en especial por parte de sus padres. El mismo camposanto en el que está enterrada la escritora y filósofa María Zambrano. Chicano fue trasladado tras la clausura de la capilla ardiente, instalada en el Ayuntamiento de Málaga durante horas. Una ceremonia sencilla dio paso a la despedida definitiva con la sepultura del pintor junto a un pino y un naranjo.