Justo ahora se cumple un año desde que el PSOE y Ciudadanos firmaron en Mijas un acuerdo de gobierno, en teoría hasta 2023. Y hace apenas unos días, el alcalde socialista Josele González y el concejal naranja de Turismo, José Carlos Martín, comparecían ante los medios de comunicación para presentar el balance del primer año de la coalición. Los dos representantes destacaban su "unidad" a la hora de enfrentarse a la crisis y la "estabilidad" que había proporcionado al municipio el pacto. A tenor de la larga exposición de logros alcanzados en doce meses, se diría que el barco navega viento en popa.

"Ni Maldonado ni nadie de Ciudadanos será alcalde en Mijas con los votos del PP, ni ahora, ni dentro de dos años, ni nunca", sentenció Ángel Nozal, el candidato de los populares a la Alcaldía de Mijas en 2019. Y cumplió su amenaza. El día del Pleno para elegir al regidor, se votó a sí mismo. Y también obtuvo el respaldo de sus concejales de grupo. Rompía así el compromiso del PP andaluz, que le había pedido que esas papeletas fueran para el naranja Juan Carlos Maldonado, con el que debía alternar dos años esa Alcaldía. Los populares necesitaban los votos de la formación que entonces comandaba Albert Rivera para conservar la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga.

El presidente provincial de los populares malagueños, Elías Bendodo, destacaba entonces la respuesta "clara" de su dirección al abrirle expediente a los ocho concejales por sus incumplimientos en la investidura. Incluso recordaba que el proceso podría acarrear la expulsión. ¿Qué ha sucedido en estos doce meses? Es un expediente X que guarda el partido en su cajón. Está claro que los periodistas somos pocos persistentes, compramos los titulares que en el fragor de la batalla venden los interesados pero luego no exigimos cuentas. Será que perdemos la memoria o la curiosidad. El caso es que, mientras se resuelve el expediente, Nozal y los suyos continúan con sus tareas habituales en nombre del PP. Eso sí, él y Maldonado, después de competir en los juzgados por liderar el número de denuncias cruzadas que se han presentado, ya han reanudado la relación.

Con Cassá como protagonista del tablero de juego entre PP y Ciudadanos, hay quienes buscan salidas imaginativas a la crisis. La formación de Arrimadas exige que Cassá no forme parte del gobierno de la Diputación y que tampoco entre en el ejecutivo del Consistorio de la capital. Pero sus socios tampoco pueden dar marcha atrás. ¿Le interesa y busca el PP desalojar al PSOE de la Alcaldía de Mijas? Sí. ¿Puede ofrecerle a Maldonado que encabece esa moción de censura? ¿Aceptaría ahora Nozal entregarle sus votos?. Esto es la política, a veces supera a la ciencia ficción.