DE toda la vida de Dios, a la feria no se iba a empacharse con algodón de azúcar y chufas y luego revolver bien el compuesto subido al pulpo. Eso vino después. La primera acepción de feria en el diccionario de la Academia es "mercado de mayor importancia que el común, en paraje público y días señalados". El mercado de la semana pasada se llamaba Fitur. En Fitur se compra y se vende. Destinos turísticos. Parajes pintorescos. Sol y playa. Cultura y folclore. Relax y sosiego. Marcha y desmadre. Y se venden promesas, muchas promesas: desarrollaremos la oferta global del Ayuntamiento, nuevo plan de calidad integral, observatorio turístico, congresos, el AVE llegará a Barcelona sin necesidad de pasar por Atocha. Este anuncio del final es de Magdalena Álvarez, y ha conseguido que Celia Villalobos le regañe.

Según Villalobos, uno se encuentra a la ministra hasta entre las naranjas de la ensalada malagueña. Habla de todo y nunca se calla. Cioran reprochaba a Sartre que lo mismo daba su opinión sobre metafísica que sobre cine. Villalobos no es Cioran ni Sartre se parecía mucho a Álvarez. La diputada que fue ministra se queja de que la ministra que fue consejera se meta donde no debe, aunque no aclara dónde debe meterse una ministra. El AVE es competencia de Fomento y una titular de Fomento en Fitur no va a hablar de la crisis de la producción de alfajores de Valverde. Pero a Celia Villalobos le duele particularmente que otra pregone los últimos proyectos ferroviarios cuando ella impulsó los primeros. Está harta de ver a la socialista en todas partes. No parece un caso de manía persecutoria, y si lo es, es una manía colectiva porque a todos nos aqueja. Magdalena Álvarez se pasea entre los mostradores de Fitur abanderando el invento, sin que muchos recuerden quién promovió el AVE. Pues eso, cría aves y te sacarán de la foto.

¿Quién va a espantarse de que los buhoneros de Fitur reserven algunas de las flores que echan a sus expositores para echárselas ellos y dejar a su paso aromas de mixtura? Se promociona tanto la venta como el vendedor, ante los compradores y ante los electores. Málaga, obviando aquellas pretensiones de la Silicon Valley europea, vive del turismo y sus representantes se desviven para que no le falte de nada, principalmente turistas. Pero aprovechando que están ahí se hacen fotos. ¿Qué esperaba Villalobos de la ministra? ¿Que se escondiera, que en una gala de modestia se borrara personalmente de la fotografía con unos brochazos de Photoshop? Quien promociona un invento no está obligado a hacerlo escondido debajo de la mesa de su puesto; al contrario, debe gritar bien fuerte y si en la prensa la imagen de Álvarez queda asociada al AVE, qué se le va a hacer. Lástima que Celia Villalobos no salga tanto en televisión como antaño para poder competir por el share informativo. Pero así funciona la feria.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios