EL largo puente ha dado un respiro a todos los que de una u otra forma participan en la creciente ebullición interna del PSOE de Málaga. Un relajo que servirá para templar nervios y ánimos, ya que en los días precedentes a los pasados festivos, hasta algunos miembros de la ejecutiva provincial y más de un bustinduista declarado, de los pocos que en los tiempos que corren confiesan esta devoción, mostraban por primera vez su preocupación por el desarrollo de la estrategia utilizada por la dirección para la elaboración de las listas de los próximos comicios generales y autonómicos.

Un destacado militante del PSOE de Málaga, con sillón en Sevilla, llegó a calificar de auténtico error el hecho de que Marisa Bustinduy hubiera empezado el proceso asambleario, previo a la confección de las listas, por las agrupaciones donde, supuestamente, el aparato tiene mayor control, tratando de imponer unos nombres y vetando otros. Táctica que ha conseguido soliviantar aún más los ya caldeados ánimos que se respiran en el seno de la organización desde el patinazo de las municipales. De aquí al día 22 tendremos en la mano los números que serán fruto del pulso entre familias que se libra, de manera más o menos soterrada, y cuyo balance es, hoy por hoy, una auténtica incógnita. Sobre todo a la vista de la entereza que muestran algunos de los protagonistas.

Es el caso de Paulino Plata, que aunque aseguran que fuma en pipa por el intento de acoso y derribo hacia su figura, se muestra con gran entereza y serenidad, como se pudo apreciar durante su participación en el Encuentro de la sociedad del conocimiento, donde acudió al desayuno con Kofi Annan. Y donde, por cierto, se apreció la ausencia de muchos notables del socialismo malagueño.

Pero no solamente se cuecen habas en las filas socialistas. Entre los populares también hay sus más y sus menos por la insistente intromisión de la veterana diputada Celia Villalobos en la confección de las candidaturas del PP. Su empeño en colocar a la ex concejala Ana María Rico en la lista del Parlamento de Andalucía ha levantado ampollas en Salvago, lo mismo que su presunto veto a la figura de Ana María Corredera para que opte a ocupar escaño en el Congreso de los Diputados. Y eso que entre los populares malagueños parece que no hay mucho interés por ocupar plaza en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo y no hay tantos pretendientes como en el caso del PSOE, a los que les falta hueco para acomodar tantos nombres.