La ciudad y los dias

Carlos Colón

Genealogía de la 'telebasura' rosa

En su Ventana de ayer el compañero Luis Carlos Peris llamaba "sumidero de guardia" a la telebasura que habitualmente programaban Tele 5 y Antena 3, a las que ahora se han sumado otras cadenas en pie de igualdad gracias a la TDT. Y se me ocurrió que ustedes tal vez no sepan o no recuerden una singularidad española que ningún otro país europeo puede alcanzar, una de esas contradicciones que nos hacen únicos, un grotesco sin sentido que explica que este sea el país del esperpento y el astracán, de Quevedo, Goya, Valle-Inclán y Solana.

 

La moda o el boom de la telebasura rosa que hoy sirve a las cadenas privadas para multiplicar sus audiencias nació en una televisión pública controlada por el Partido Popular. Fue en 1997, en la Comunidad Valenciana gobernada por el señor Zaplana y en la cadena pública autonómica Canal Nou, entonces dirigida por Jesús Sánchez Carrascosa, amigo personal y colaborador de Zaplana. Entonces, allí y con tales padrinos nació Tómbola como creación de Producciones 52. Antes la telebasura había ido entrando más o menos camuflada con las televisiones privadas generalistas (que poco han aportado a la información y la pluralidad, y mucho a la degradación audiovisual) a través de la espectacularización morbosa y sin escrúpulos de la realidad (el circo que montó Antena 3 a propósito del triple crimen de Alcasser en enero de 1993) o de los late night show (Esta noche cruzamos el Mississippi de Tele 5, 1995). Pero fue la cadena pública Canal Nou la que lanzó al estrellato la telebasura rosa en 1997.

 

Corresponde pues el mérito a la derecha valenciana. Pero no se crean que la cosa tiene que ver con ideologías. El dinero no huele, como le dijo Vespasiano a Tito cuando le recriminó que cobrara un impuesto por las cloacas. Ni que la desvergüenza que se salta a piola los principios que dicen defender sea patrimonio de los partidos de derechas, y no también de los de izquierdas. Inmediatamente la popular Telemadrid de Ruiz-Gallardón, entonces presidente de la Comunidad, y la socialista Canal Sur de Manuel Chaves emitieron el programa. En Madrid, sin importarles que 500 kilómetros más abajo y a dos horas y veinte de AVE sus correligionarios lo emitieran en Canal Sur, protestó el PSOE por considerar el programa indigno de una televisión pública. Se generó una monumental polémica que llegó a involucrar al entonces secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y al ministro de Educación y Cultura; el primero pidiendo la supresión del programa en la cadena pública y el segundo desmarcándose de dicha petición. ¿Saben quiénes eran? Mañana se lo cuento.

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