Gestionar la vida real

Desde el aforo de las playas a la vuelta a la escuela o las medidas para la conciliación laboral. Todo está pendiente

Desde mañana la Junta controlará el proceso de este nuevo metalenguaje que se llama "desescalada" camino de la "nueva normalidad". Ni a Orwell se le habría ocurrido para su cada vez más cercana ficción de 1984. Sencillamente significa decidir: ¿qué hacemos ahora?

En teoría ya no habrá Gobierno central al que echarle todas las culpas, se acabaron las tutelas y llega el vértigo de decidir. Desde luego, no se le puede acusar de timorato al presidente andaluz al dar el primer paso en la etapa más complicada: la del pleno regreso a la calle, a la vida real. Y no porque desde mañana esté permitido acodarse, otra vez, en la barra de un bar sino porque ha autorizado la libre circulación entre las ocho provincias. Una apuesta por salvar como sea al sector turístico

La Junta ha sido tradicionalmente un mero ente gestor de servicios. Incluso durante años, gracias a los nulos conocimientos básicos de economía que solemos tener los periodistas, los responsables del Gobierno andaluz, para abultar las inversiones provinciales de los presupuestos, incluían en ese capítulo los gastos de personal en Educación. ¿A ver quién dice que pagar a un buen profesor no es una inversión de futuro? Pero ahora toca mandar.

Más allá de que se supliquen directrices nacionales, hay que decidir cómo se vuelve a la escuela. Si hay aulas y docentes suficientes para impartir las clases con las ratios a que obligan la separación de los alumnos. Los turnos para los comedores escolares, si es que son viables. Los planes de contingencia con una enseñanza presencial o virtual. Madrid, por ejemplo, a los alumnos de Segundo de Bachillerato les dará un empujón, si acaso anímico, con la posibilidad de pisar los pupitres y reencontrarse con sus compañeros y rutinas antes de su desafío con la Selectividad. No parece que en Andalucía se esté por esa labor. Y mejor no extrapolar el caótico proceso de matriculación on line.

¿Cómo se articulan las medidas para permitir una conciliación de los padres que no puedan continuar con el teletrabajo? Y desde mañana, qué herramientas se usarán para evitar colapsos en los desplazamientos a las playas o que los visitantes no se topen con la Policía Local impidiéndoles el acceso porque se han rebasado los aforos. El viajero andaluz deberá servir de conejillo de Indias estas semanas. Porque necesitamos un regreso masivo del turista nacional e internacional.

¿Cómo se articulan los descansos de un personal sanitario, que debe estar fresco por si en otoño rebrota el virus, pero sin bajar la guardia porque con la fuerte concentración de personas en verano crece el riesgo de repuntes? Ojalá la epidemia ya sea residual. Llega el examen y no se aprueba con las chuletas del doctor Simón.

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