El Gobierno se olvida una vez más de Huelva, publica Huelva Información. El Estado acentúa el abandono de la provincia, destaca Diario de Burgos. Se olvida del Mar Menor, agrega La Verdad de Murcia. No hay proyectos nuevos, reflejan el Diario de León y el Diario de Ávila. Las grandes obras que espera Sevilla siguen sin respaldo, afirma Diario de Sevilla. Los presupuestos más expansivos no llegan a las infraestructuras de Granada, constata Ideal. El Gobierno suma otros 251 millones al AVE pero sin haber gastado 500 de 2021, aclara Diario de Almería. Sólo 15 millones a la A-32, se fija La Tribuna de Albacete. Deja fuera la Ciudad de la Justicia, destaca El Norte de Castilla en Valladolid. La inversión cae un 2,2% y la mitad va a parar al AVE, detalla El Periódico de Extremadura. Madrid recorta la inversión territorializada para Baleares, informa Diario de Mallorca. Las cuentas del Estado se reducen a la mitad, titula Jaén. Navarra es donde más cae la inversión del Estado, compara Diario de Navarra.

Hay comunidades con un sí pero no. La valenciana supera a Madrid pero sin rozar su peso poblacional, acentúan en Levante. Cuentas expansivas pero sólo 18 millones más que en 2021, rebajan desde El Heraldo de Aragón. Pero es que no están contentos ni los vascos. Euskadi pierde peso, advierte El Correo. Y aunque todos miren de reojo hacia el este del país por las posibles contraprestaciones a los apoyos de los independentistas, La Vanguardia reconoce que el presupuesto prima a Cataluña aunque en la práctica recibe menos. La cuadratura del círculo.

Sánchez casi clama en el desierto. Menos mal que el Diario de Cádiz se felicita de que los puertos de Cádiz y Algeciras lideran la inversión estatal. Que La Voz de Galicia aplaude que el tren a Langosteira ya tiene partidas para iniciar las obras, que Asturias es la sexta región en inversión por habitante, detalle que ha observado La Nueva España y que, finalmente, el presupuesto cubre las expectativas de Canarias, como concluye La Provincia desde Las Palmas. Menos mal.

En Málaga podemos sumarnos al coro de las quejas con ese utópico tren litoral a Marbella y Estepona, que demuestra en las últimas décadas el poco peso de los dirigentes políticos malagueños de todos los partidos ante sus jefes en Madrid. O por ese corredor Mediterráneo que recorta por el interior, porque el mar, a efectos del ferrocarril, acaba en Almería. Después de lo descrito, no entiendo el empeño de los gobiernos por sacar adelante los presupuestos cada año. Y cómo no negocian las cuentas públicas con los periodistas, en vez de mandarles mensajes pidiendo benevolencia con los titulares.