Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Golpe de Estado

Para detener el 'golpismo con barretina', los partidos españoles deberían unirse para advertir a Puigdemont de su locura

La actualidad de lo ocurrido esta semana obligaría a esta mirada a posarse, velada por las lágrimas, en el cobarde atentado de Manchester, en el que un loco yihadista, cegado por el odio, asesinó a 22 niños y jóvenes que asistían, algunos con sus padres, a un concierto de un símbolo pop que atrae a las juventudes. Pero, por desgracia, contra esta barbarie las palabras se repiten y se repetirán porque estamos en una guerra cruel en la que siempre perderán los inocentes.

Voy a centrarme, hoy, en un asunto de los más graves que sufre la política española: El 'golpismo con barretina', título de la columna que publiqué el 14 de noviembre de 2015, en la que decía, entre otras cosas, que "el esperpento catalán ha llegado a un punto que les va a ser difícil a los guionistas encontrarle una salida digna". En este tiempo la marcha fúnebre hacia el infierno, a los acordes de Berlioz, sigue su curso. El presidente de la Generalitat, el muy honorable Carles Puigdemont, en el Ayuntamiento de Madrid, con la asistencia de su alcaldesa, ha reiterado mantener el referéndum independentista y, en caso de que no lo acepte el Estado, proclamarán la República de Catalunya, cuyo proyecto de borrador publicó El País. Si así ocurriera estaríamos ante un auténtico golpe de Estado, intentando desmembrar lo más sagrado: la unidad de España, reconocida en nuestra Constitución, que votamos los ciudadanos, con la mayoría del 98% de los catalanes.

Pero para detener esta marcha enloquecida hasta el infierno, además de las instituciones judiciales -que no reconocen, porque van a cambiarlas por otras catalanas- tendrían los secesionistas que enfrentarse a la unidad de los partidos españoles para advertirle a Puigdemont de su locura y la de sus socios para llevar a su país a la autodestrucción: la destrucción de la España que detestan y la Cataluña que dicen amar, aunque a juzgar por los escándalos de los Pujol, partidos catalanistas e instituciones diversas, como el emblemático Palau de la Música, la aman más por la posibilidad de enriquecerse a su costa. Cosa muy parecida, por cierto, a lo ocurrido con otros partidos españoles, empezando por el PP.

Vemos con preocupación que, aparte del PP y Ciudadanos, hay ambigüedad no sólo en partidos como Podemos que apuesta claramente por el referéndum independentista y su líder estuvo presente en la proclamación de Puigdemont, sino que habrá que esperar que el PSOE que va a liderar Pedro Sánchez aclare lo que significa nación de naciones y sea capaz de presentar un frente común contra los golpistas, que hay que llamarlos así si llevan a cabo sus proyectos. No ya con la ley, sino con el sentido común hay que detener lo que sería un episodio más de la España cainita.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios