Al margen

Ramón Triviño

Hacerse el longui

LA publicación en Málaga hoy de un concienzudo estudio de opinión sobre las preferencias de los andaluces en general, y de los malagueños en particular, sobre distintos aspectos de la vida política, económica y social, incluyendo las electorales, ha vuelto a demostrar que nuestros políticos son capaces de nadar contra corriente o hacerse simplemente los longuis. La distribución de escaños para la provincia de Málaga que dibuja el citado estudio ofrece ya un panorama bastante claro de lo que pueden expresar las urnas en el cada vez más próximo 9-M. Sin embargo, los competidores en la batalla electoral prefieren optar por proyectar la imagen de que todo está abierto hasta la cita con las urnas y que, para los que se aventuran malas perspectivas, supone un acicate para volcarse más en el trabajo de seducir a los votantes.

Sin embargo, parece claro que tanto los sondeos publicados, como los que se quedan sin ver la luz sobre las mesas de las cocinas, van marcando la pauta de las estrategias. En este contexto habría que entender la suspensión del cara a cara entre Magdalena Álvarez y Celia Villalobos, a cuya organización se habían dedicado ya muchas horas, y que no se celebrará por la negativa del Partido Popular. Además, llama la atención que tras el anuncio de la suspensión, Villalobos haya lanzado contra su oponente la mayor cantidad de andanadas y de mayor peso de toda la contienda. El remate ha sido el estrambote que la ex alcaldesa ha colocado a su diatriba: "Que ella -no la nombra- siga reuniéndose con el presidente de los empresarios y yo seguiré en la calle".

Pero lo de hacerse el longui, que es similar a la técnica del avestruz, parece una moda de campaña. La apertura del melón sucesorio de Manuel Chaves, realizada por él mismo, parece haber molestado en San Vicente, desde donde les faltó tiempo para usar aquello del "ahora no toca", seguido de una serie de generalidades, que con efecto contrario al deseado, han aumentado el interés por averiguar el por qué de las razones del momento elegido para el anuncio. La consigna tampoco ha evitado que las presumibles herederas salgan en tropel a comentar el anuncio presidencial, como una forma de ponerse en valor en medio del inexistente escenario. Aquí ha estado ocurrente Javier Arenas, que no pierde ni el optimismo, ni la esperanza en un vuelco electoral, y que ha dicho que no desperdicien el tiempo buscando sustituto a Chaves porque parece claro que será él.

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