Harvard no compite en málaga

El 40% del concurso es para la que pague el canon más alto al Ayuntamiento. Y un 20% para becar a estudiantes de Málaga

Hace años que la educación se ha convertido en uno de los pilares de la reivindicación constante del alcalde de Málaga, que ya incluyó propuestas de ese ámbito en su programa municipal, pese a que los ayuntamientos carecen de competencias en esa materia, al margen del mantenimiento de los colegios públicos. Y acierta en el diagnóstico. El problema educativo nos lastra. Dependemos del sector servicios que genera decenas de miles de empleos de escasa cualificación y mal pagados.

También fueron sonoros sus desencuentros con la rectora Adelaida de la Calle. Francisco de la Torre siempre soñó con que la Universidad de Málaga diera un salto de calidad y apostara por contratar docentes de primer nivel mundial para que generaran sinergias a medio y largo plazo. Algo que desde la UMA, antes y ahora se consideró inviable.

Desconozco si el regidor se ofreció a costear esos fichajes de docentes, con el mismo interés con el que apostó por esa Málaga de los museos que le cuesta al contribuyente unos 16 millones de euros año. Una buena inversión, por otra parte. O de la misma manera con la que a las administraciones no les importa dedicar recursos a patrocinios o cesiones de instalaciones o carísimos suelos al Málaga C.F. Nadie cuestiona el dinero público que pueda devorar el fútbol. Pero persuadir a un profesor de elite, si fuera posible, para que acepte investigar o impartir su magisterio en Málaga no aportaría ni un voto.

Así que el contraataque del alcalde ha consistido en buscar que a Málaga lleguen a cualquier precio universidades privadas. ¿Las mejores de España, de Europa o del mundo? Pues no. La lógica dicta que si una institución académica privada quiere asentarse en Málaga presenta ante la Junta la documentación para que se la reconozca en Andalucía y pueda operar. Y si cumple los trámites (sólo la Loyola cuenta con esa autorización en la comunidad) se busca un suelo para su emplazamiento. El Ayuntamiento de Málaga ha optado por todo lo contrario. Ha sacado a concurso dos parcelas - ¿hay alumnos para dos instituciones más?- y se han presentado cinco propuestas. Cuatro privadas españolas, ninguna figura en la mayoría de los rankings entre las mejores de España, y una italiana, con sede en Roma, que apuesta por la formación on line.

El 40% del concurso es para el que pague el canon más alto al ayuntamiento. Otro 20% por las becas que den a estudiantes malagueños. La formación, si se solapa o no con la de la UMA, el empleo que se cree, las infraestructuras, su impacto internacional y otras cuestiones de la máxima relevancia, representan el 40% restante. Harvard no se presenta.

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