Al margen

Ramón Triviño / Almargen@malagahoy.es

Horizonte sin carreras

UNA vez que en los próximos días finalicen los análisis de los resultados electorales de ayer domingo, y si no se introduce en su entorno algún elemento distorsionante o inesperado, se abrirá a medio plazo un horizonte despejado de carreras electorales, propicio, por fin, para dedicarse al trabajo ajeno a las imposiciones que siempre marcan, cada vez durante un periodo mayor, las sucesivas citas con las urnas. Parece evidente que en el caso de Málaga se necesita esa relativa tranquilidad, ausente del panorama político desde los pasados comicios autonómicos y generales, para encarar el futuro con mayores probabilidades de éxito.

Un síntoma de que las cosas pueden empezar a cambiar, en el sentido de avanzar en las grandes cuestiones pendientes, es la que parece ser nueva estrategia de la Junta de Andalucía de dulcificar la relación entre el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento de Málaga, ya que es palpable que la tensión permanente entre ambas administraciones sólo ha tenido un beneficiario a nivel político, Francisco de la Torre. Una muestra de los nuevos tiempos se puede encontrar en los mensajes transmitidos esta pasada semana por el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, quien en una conferencia pronunciada en el Colegio de Abogados quiso resaltar que son "cuatro o cinco, no más" las cuestiones en las que sigue habiendo diferencias entre el planteamiento que se hace desde la Junta de Andalucía y el que hace el Ayuntamiento en el ámbito de su Plan General del Ordenación Urbana (PGOU). Una aparente buena noticia, porque será el debate del PGOU una de las cuestiones que van a centrar el escenario político de los próximos meses.

Para la búsqueda de acuerdos y consensos también será necesario, que tras la alocada y distorsionada campaña electoral que acaba de finalizar, y de la que probablemente próximos estudios sociológicos evidencien el rechazo generalizado del electorado hacia esta forma de hacer política, los responsables de las fuerzas mayoritarias se tomen un respiro y sosieguen sus ánimos para poder encarar con otro estado de ánimo los tiempos difíciles que se avecinan, agravados por los preocupantes datos que acaba de arrojar el último Barómetro Económico de la Provincia de Málaga, que elabora Analistas Económicos de Andalucía, y que sitúa la recuperación en un horizonte bastante lejano, a pesar de que ya se puedan apreciar algunos de los llamados brotes verdes, pero que a juicio de los expertos no significan, ni mucho menos, un cambio de tendencia. Estoy convencido de que un alto en las permanentes reyertas hará crecer el índice de confianza de los ciudadanos.

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