la ciudad y los días

Carlos Colón

Humor togado

SE dice por las televisiones que puede volver a unirse el dúo Cruz y Raya. No deberían hacerlo. ¿No se dan cuenta de que los humoristas profesionales casi han desaparecido de los programas de televisión?

Los humoristas no han podido resistir la dura competencia de esa odiosa importación americana del monólogo ante una tapia; o la de los presentadores y colaboradores de los kilométricos programas de telebasura que enmierdan más de lo que ya lo están, entre risas de hiena y lágrimas de cocodrilo, las más miserables realidades. Sobre todo no han podido resistir la dura competencia de la justicia española. Los herederos o competidores de Gila, Cassen, Tip y Coll, Pepe Da Rosa, Paco Gandía, Martes y 13, Manuel Caiceo, Chiquito o Los Morancos llevan hoy toga.

¿Conocen mejor chiste de humor negro que la resolución del llamado bloque progresista del Constitucional que hizo posible que Bildu se presentara a las pasadas elecciones? ¿Se le podría ocurrir a un humorista profesional algo mejor que la sentencia de la juez canaria que considera los tenderetes de los indignados "domicilio irregular y provisional, pero domicilio", estimando que para quitarlos de plazas y calles la Policía debería presentarse con una orden de desahucio y que los servicios de limpieza no pueden tirar las basuras ("enseres", según la juez) que dejan tras ellos porque incluyen datos personales "susceptibles de protección constitucional y legal"?

Si el bloque progresista del Constitucional da alas a Bildu contradiciendo al Supremo y una juez considera "domicilio irregular y provisional" la ocupación abusiva del espacio público acampando en medio de calles y plazas o "enseres" las basuras, sólo falta que presida el Gobierno el Sombrerero Loco y ocupe la jefatura del Estado la Reina de Corazones para que comprendamos, por fin, que vivimos en el majareta País de las Maravillas de Lewis Carroll.

Si en Barcelona se montó la que se montó, asedio del Parlament incluido, y en Madrid se ha montado y se está montando la que se montó anoche y se está montando hoy, imagínense la actitud de estos okupas callejeros que se autodenominan indignados al sentirse respaldados, no sólo por los medios de comunicación que les reímos las gracias y los ciudadanos que sí tienen razones para indignarse, sino por sentencias que consideran "domicilios" sus campamentos, "enseres" sus basuras y exigen órdenes de desahucio para quitarlos de los espacios públicos que ocupan abusiva e ilegalmente. ¿Comprenden por qué los humoristas profesionales no tienen futuro? Les ha salido una tremenda competencia desleal. Con toga.

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