YA hemos comentado aquí lo combativa que es la oficina de comunicación de Izquierda Unida en Estepona que moja en cualquier salsa, local, regional o nacional. Pero acaban de cruzar una peligrosa raya. Indignada por la descalificación hacia el dirigente Sánchez Gordillo por parte de una diputada provincial de Sevilla, que en teoría lo tachó en un tuit de "delincuente", directamente la han llamado "fascista" en un comunicado y le desean que por higiene acabe en "Soto del Real", que se supone que es un lugar conocido por la cárcel. Claro que confunden el nombre de pila de la aludida e igual desean ver en esa localidad a otra persona.

PRÁCTICAMENTE no ha quedado cargo público de relevancia en la provincia de Málaga al que no se le haya dado su pequeño trocito de pastel para participar en los nuevos órganos de dirección salidos del pasado congreso del PP en Andalucía. En total son 31 los representantes malagueños, desde Celia Villalobos, a las alcaldesa de Fuengirola y Marbella o el regidor de Torremolinos. Cada uno con su mini cuota de poder.