Inocentes y convalecientes

Nuestro sistema sanitario estaba ya colapsado sin necesidad de que llegara el coronavirus

En el Hospital Real de Granada hay una sala que llaman "de Convalecientes". Este nombre viene de cuando el edificio era un hospital de verdad (ahora es la sede del Rectorado de la Universidad). En esa sala se celebran, entre otras, las reuniones del Consejo de Gobierno de la UGR.

El Hospital Real, cuyas obras se iniciaron en tiempos de los Reyes Católicos, atendió enfermos de sífilis hasta 1536. Luego pasó a recoger locos, también llamados "inocentes". De ahí que uno de sus patios se llame "de los Inocentes". A comienzos de los años 60 se fueron los inocentes y en 1971 llegó la comunidad universitaria, a la que pertenezco. Las malas lenguas afirman que los niveles de inocencia no han bajado con nuestra llegada.

Ayer, jueves, se iban a entregar en el Hospital Real los premios del Consejo Social de la Universidad, pero la entrega se aplazó por culpa del COVID-19. Ya ven: incluso quienes no sabemos nada sobre enfermedades infecto-contagiosas tenemos que hablar del coronavirus estos días si queremos que alguien nos haga caso. Pero no se preocupen: no voy a entrar mucho en materia para no arriesgarme a extender ningún bulo. Solo comentaré una noticia que, creo, está relacionada con la anterior y que este periódico contaba el miércoles en medio del aluvión de informaciones sobre el virus: las listas de espera en Granada han seguido creciendo a pesar de que la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía había prometido reducirlas. Si antes del llamado "plan de choque" de la Junta había 15.941 pacientes impacientes, ahora hay 16.060. Puede decirse que nuestro sistema sanitario estaba ya colapsado sin necesidad de que llegara el coronavirus.

Ni el problema de las listas de espera ni emergencias sanitarias como la del COVID-19 las va a solucionar la sanidad privada. Necesitamos una sanidad pública bien organizada y con suficientes medios, pero ni los actuales gestores de la sanidad pública andaluza ni los anteriores parecen creer en ella y han permitido una situación de desborde permanente. Como la pandemia arrecie, el sistema sanitario andaluz puede desbordarse aún más. Quizá sea necesario entonces devolver al Hospital Real su uso anterior. El triaje se realizaría en la puerta del edificio, con estas instrucciones: infectados por el virus, a la Sala de Convalecientes; quienes aún se crean las promesas de la Junta, al Patio de los Inocentes.

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