La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

La Junta mira para atrás

Mientras se hable de los ERE no se habla de las dimisiones de altos cargos, el estado de la sanidad o los impuestos

Tras la sentencia que condenó a Chaves, Griñán y otros ex altos cargos socialistas, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, dijo que la resaca de los ERE daría para dos legislaturas. Bueno, más que decirlo, lo anunció. Ya se encargaría él de que Susana Díaz y el PSOE no pudieran eludir, ni un solo día y durante años, su culpa por los pecados del pasado.

Lo está haciendo. Cada martes, el hombre fuerte del Gobierno andaluz consigue que el foco de atención se centre no en las medidas y acciones del Ejecutivo de Juanma Moreno, sino en los escándalos -tanto reales como supuestos- de los que gobernaban antes. Siempre hay unos papeles comprometedores en unos archivadores que se vuelven cajas fuertes en IDEA o una cámara acorazada en San Telmo que contiene sólo actas de consejos de gobierno socialistas, pero que se sospecha podrían haber albergado documentos que habrían sido destruidos por el régimen corrupto que precedió al luminoso mandato de la coalición PP-Cs sostenida por Vox.

A ver: la Junta tiene la obligación legal y política de poner a disposición de los tribunales cualquier papel o archivo salido de los gobiernos anteriores que sea relevante para cualquiera de los cientos de procedimientos que se instruyen por los ERE fraudulentos u otros actos de corrupción. Lo que no es obligación, sino más bien devoción, es pregonarlo a bombo y platillo, dosificar la información para que haya un escándalo cada semana, deducir en cada caso la condena que sólo corresponde al juez y maniatar así a la oposición para que no pueda cumplir su papel.

El Gobierno de centroderecha de la Junta se acaba de apuntar un gran éxito con la aprobación de los Presupuestos de 2020 (es la primera comunidad autónoma que lo consigue), moderadamente expansivos y sin grandes recortes. No le hace ninguna falta amordazar a Susana Díaz y los suyos refregándoles el pasado. ¿O sí? Al fin y al cabo, mientras se hable de los ERE no se piensa en que en un año han dimitido o cesado casi treinta altos cargos, que la Bajada Masiva de Impuestos va a quedar en Bajada Minúscula de carga fiscal para los más pudientes, que la cacareada eliminación de la Administración paralela no será para tanto y que la gestión de la sanidad deja mucho que desear y está levantando a los profesionales. Como antes.

El primer deber de un gobierno es gobernar bien, no enjuiciar el pasado.

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