Libertad con ira

¿Por qué acumulan tanto rencor determinados políticos que nacieron en libertad y no hicieron la guerra?

Corría el año 1976, Franco hacía un año que había muerto y se iniciaba un periodo para España en el que había que echarle mucha imaginación a la cosa para salir de los años de dictadura. Hacía tiempo que la ciudadanía iba por un lado y los gobernantes por otro, cosa nada rara a lo largo de nuestra historia en la que, por regla general, el pueblo ha estado muy por encima del nivel de sus gobernantes. La situación no era fácil como se pondría de manifiesto cinco años después con el intento de golpe de Tejero.

Había que echarle, como decía, mucha imaginación al tema, pero sobre todo mucha prudencia y sabiduría. Las heridas de la contienda no estaban cicatrizadas, había partidos en la clandestinidad, presos políticos, censura en los medios de comunicación y numerosos rencores y desencuentros que con los años de dictadura, lejos de aminorar, se habían incrementado. En esas situaciones es cuando se ve la altura de los dirigentes y los fines que persiguen. Nunca se les agradecerá lo bastante a determinadas personas que en aquellos momentos ocupaban cargos de responsabilidad lo que cedieron y pactaron hasta conseguir que la denominada transición se hiciera sin traumas y sin pausas de forma pacífica. Por encima de situaciones personales y partidistas se sitúo el interés nacional, el beneficio del pueblo. Como si de una revolución sin armas se tratase, como así fue, no debería faltar su himno y este fue Libertad sin ira, del grupo andaluz Jarcha.

Guárdate tu miedo y tu ira, decía el estribillo, porque hay libertad. Cuarenta y un años después vemos que la libertad sigue, más que nunca, pero ha vuelto la ira. En la sociedad y en el mundo político vemos que como el Ave Fénix, el rencor y el odio han resurgido. Las heridas de la guerra civil, lejos de cicatrizar parecen haberse reabierto. El fantasma de las dos Españas, siempre una contra la otra, se está potenciando. ¿Por qué acumulan tanto rencor determinados políticos que nacieron en libertad, no hicieron la guerra y se benefician de los avances conseguidos por la democracia? Es la misma pregunta que nos hacemos acerca de los que cometen atentados terroristas contra un país y una sociedad europea a la que han acudido libremente y les ha acogido dándoles vivienda, subsidios, escuela y seguridad social gratis. La letra del himno ha cambiado; hay libertad, pero esta vez con ira. Ha vuelto el miedo al futuro.

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