Ojo de pez

Pablo Bujalance

pbujalance@malagahoy.es

Limpiar culos

Limpiar culos no te capacita para presidente, ni para ministro, ni para nada en concreto

El mismo año en que Irene empezó a ir al colegio, con tres años, destinaron a Manuela a Guadix para todo el curso, con lo que me tocaba hacer de padre y de madre a tiempo completo de lunes a viernes. Para hacerlo todo más llevadero, procuraba trabajar el máximo tiempo posible desde casa mientras Irene se dedicaba a sus cosas. Recuerdo que una tarde me tocó hacerle una entrevista telefónica a Álex de la Iglesia; le expliqué a Irene que tenía que hacer una llamada importante que me tendría ocupado una media hora, que si patatín, que si patatán. Ella asintió, me dijo que no me preocupara y que me centrara en lo mío. Así que llamé a Álex de la Iglesia, comencé a charlar con él tranquilamente y en éstas Irene se levantó de su sillón y se dirigió al cuarto de baño. Tres minutos después, me reclamó con urgencia. Le pedí a De la Iglesia que me disculpara un segundo, corrí hacia al baño y me encontré las consecuencias de una explosión digestiva que sólo podían arreglarse con un baño y una sesión de lavadora. Volví al teléfono, le pedí a Álex de la Iglesia esta vez diez minutos a cuenta de un accidente doméstico (a lo que accedió, amable y atento), colgué, metí a Irene en la bañera, la sequé, puse la lavadora y volví a llamar al cineasta. Cuando le conté lo que había pasado, nos reímos los dos un rato. Fue una buena entrevista.

Cuento todo esto porque me sirve de premisa para decir que limpiar culos no te capacita para presidente del Gobierno, ni para ministro, ni para diputado, ni para nada en concreto. Es una cosa que hay que hacer, y se hace. Punto. Cuidar a los hijos genera una carga de estrés con la que hay lidiar, pero si se trata de presumir luego de ello cabe recordar que también está la opción de no tenerlos. Cada vez que sale alguien arrogándose el mérito de cuidar a los hijos, lo mucho que ha aprendido y lo capacitado que se siente, sobre todo si quien habla es un varón, no puedo más que encogerme de hombros. Pues enhorabuena, chaval. Me sucede lo mismo, que conste, con las mujeres que hablan de cuando dieron a luz como si sólo hubiesen parido ellas. Hay incluso quienes convierten su experiencia como padres y madres en campañas de marketing. Como si quienes hacen lo que hay que hacer de la forma más natural, sin emplearlo para venderse ni para promocionarse, estuviesen perdiendo la oportunidad de sus vidas.

Hay quien da a luz, alimenta a sus hijos y los mantiene limpios y sanos y no se entera de nada, que ya es malo. Pero hay quienes intentan sacar partido, que es peor.

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