Al fin, mañana será el gran día. Sí, porque después de 19 años -¡caramba, cómo pasa el tiempo!- entre una cosa y otra, un cuadro y una exposición, un viaje y un recuerdo, se nos han pasado volando. Si algo he echado de menos en este periodo ha sido la compañía, la presencia de mis pintores del XIX. Ya no me es imprescindible su lección pues mis intenciones han evolucionado y sorpassado las suyas, pero siempre es bueno dar un repaso a antigos quereres: Viniegra, Moreno Carbonero, Jiménez Aranda, Gartner, Nogales, Simonet, Muñoz Degrain, Ferrándiz y tantos otros hasta llegar con Moreno Villa a Picasso y mi generación. Todo ello, mañana, acompañado de la colección arqueológica que nos pondrá al día de nuestros precedentes, de nuestra historia, de nuestros ancestros, revivirá, cumpliendo el preciado sortilegio de que "el arte se inaugura en cada obra". Vaya por delante mi abrazo a aquellos de la calle, a aquellos de "la Aduana para Málaga", y a todos los que nos han regalado su granito de arena.