EL ZOCO

Juan López Cohard / Jlcohard@malagahoy.es

Mejor callado que silenciado

POR la boca muere el pez y, en el circo político español, hay demasiados peces que mantienen irresponsablemente la boca abierta sin que nadie se lo pida. Es irresistible para muchos políticos estar sensatamente callados sin tener en cuenta que es mejor abstenerse de hablar y parecer ignorante que vociferar y demostrarlo. Parece que al ex ministro Bono el tiempo que ha pasado en la retaguardia, dedicado a la vida familiar, le ha exacerbado sus apetitos mediáticos y no ha podido resistirse a salir en los medios de comunicación con declaraciones harto inconvenientes para el presidente Zapatero, después de que éste le haya posibilitado volver a la primera línea política ofreciéndole presidir el Congreso si gana las elecciones. Bono ha hablado en clave de jota y no de zeta. Todas las flores echadas al presidente en la presentación del libro Zapatero El Rojo de los periodistas Esther Jaén y Juan Carlos Escudier, están descaradamente dedicadas a él mismo. Y, para colmo, lo que ha intentado ser un disparo contra el anterior gobierno de Aznar, se le ha vuelto contra ZP al compararle con demérito a Churchill y decir que "contra la mediocridad estábamos vacunados", lo que indirectamente supone ponerle en clave de mediocre. Bono no ha dejado nunca de querer estar en el candelero de la popularidad más ramplona, ya lo demostró en la travesía del Quin Mery 2, fotografiándose con todo el que se lo pedía, exactamente igual que Valeria Maza, Chiquito de la Calzá y algún que otro personaje del espectáculo y la televisión.

Otra que debería preparar con más profundidad y bastante más seriedad su discurso para responder ante los adversos resultados, inesperados por otra parte, de la política de gobierno aplicada en materia de enseñanza, es la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Cándida Martínez. Cándida nos toma a todos por cándidos. Está claro que cuando la Junta decide someterse a la evaluación de la OCDE respecto de las fortalezas y debilidades de nuestro sistema educativo, hecha pública mediante el informe PISA, lo hace para detectar los resultados de su política educativa y, de esta forma, corregirla. Se podría defender que lo importante es participar, como en el deporte, aunque se quede en el último puesto de la competición, pero en ningún caso, ante los resultados, se puede defender que se es el último porque hay muchos que no se han presentado. Para eso es mejor tener la boca cerrada. Pero lo que aún clama más al cielo es que además la consejera vierta la culpa del resultado al "retraso histórico que tiene la comunidad", especialmente si la comunidad lleva gobernada por su partido unas cuantas décadas. Pero no para ahí la cosa, para dar esperanzas de mejorar la situación nos remite al paso de varias generaciones y nos consuela con que la situación es mala pero está muy repartida. ¡Estamos buenos!

No me extrañaría nada que Zapatero y Chaves silenciaran a Bono y a la consejera Martínez con un arrebatado: ¿Por qué no te callas?

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