EL último dato del IPC, que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística, viene a confirmar la senda que ya habían pronosticado los expertos: una moderada reducción -de tan sólo unas décimas- frente al mes anterior, lo que coloca la inflación interanual en un 3,1%. Una cifra que, aunque a primera vista puede parecer razonable, no lo es tanto si se analizan los matices de los datos oficiales. Al parecer, buena parte de esta supuesta contención en los precios se debe a las tarifas de telefonía, al precio de los coches y, en menor medida, a los artículos relacionados con el menaje. Si se compara la foto fija de los precios en relación a lo que sucedía hace un año, cuando se aplicó la polémica subida del IVA con la que el Gobierno pretendía incrementar sus ingresos para diluir en parte el déficit público, todo induce a pensar que la moderación ha sido la tónica dominante en los precios. ¿Es realmente así? A juzgar por la evolución de los datos en productos como el agua, el tabaco, el ocio, la cultura o la energía, incluso la vivienda, esta conclusión ya no parece tan rotunda. Más bien al contrario. Sobre todo si se analizan suministros básicos como la energía (cuyo encarecimiento ha sido de un 10,5% interanual) o los productos de alimentación frescos, que no han bajado significativamente. Si se tiene en cuenta que el consejo europeo era que la inflación no sobrepasara el 2%, lo cierto es que la tendencia a la moderación de los precios es cuestionable. Y, en todo caso, resulta insuficiente para que, dada la situación de incertidumbre económica general, los ciudadanos decidan cambiar sus pautas de consumo, con la evidente repercusión en sectores como los servicios, el comercio o el turismo. La actual tendencia de los precios sí tiene un aspecto positivo: no empeorará los índices de productividad de la economía española. Las empresas que aún mantienen las cláusulas de garantía salarial no verán incrementados más sus costes y aquellos trabajadores que ya no cuentan con este seguro salarial en sus convenios no sufrirán todavía más la creciente brecha entre el coste de la vida y sus ingresos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios