La colmena

Magdalena Trillo

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PP y Cs quieren "los mejores", pero los mejores no están dispuestos a dejar sus empleos para exponerse y ganar menos

Se buscan altos cargos para la Junta. Y periodistas. Y profesionales de alta cualificación. PP y Ciudadanos ya tienen el paraguas del nuevo Ejecutivo andaluz con la estructura inicial de consejeros pero en este nivel han agotado buena parte del banquillo disponible y solvente. Quieren "los mejores" y los mejores no están dispuestos a dejar sus empleos para colocarse en el espejo público, exponerse a que se les machaque mediáticamente, y ganar mucho menos a final de mes. Así de sencillo.

Será "políticamente incorrecto decirlo" pero es la realidad del sector público andaluz (y español) y es la situación además que todos los partidos, especialmente el PP cuando estaba en la oposición, se han empeñado en cultivar. Contrarrestar el descrédito hacia las instituciones como maquinarias anquilosadas e ineficientes y la desconfianza hacia los políticos, insistentemente golpeados por casos de corrupción, con un falso debate sobre los sueldos que sólo ha significado más mediocridad. Y ello con dos escenarios erróneos de partida: porque no es ahí donde la sociedad estaba reclamando un esfuerzo de su compromiso como "servidores públicos" (al final de lo que se trata es de vivir mejor; de que lo pongan más fácil) y porque el exhibicionismo público sobre el control de los salarios ha tenido mucho de ficticio y demasiado de puerta de atrás.

El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, reconocía este fin de semana en una entrevista a este diario que le está sorprendiendo la "dificultad para traer a personas de ciertos sectores con salarios muy superiores a los de la Administración" y admitía que estas limitaciones van a "empobrecer la gestión". No sólo eso. También deja en el aire las expectativas reales del cambio e incluso cuestiona que exista la posibilidad de llevar a cabo una política distinta, útil y eficaz cuando "los márgenes de gasto son escasos" y ni siquiera cuentan con una mayoría parlamentaria para cambiar las reglas del juego.

El punto de partida, el de las personas, ya se ha convertido en un golpe de realidad para el PP y más aún para Cs, sin experiencia de gestión y sin cuadros que llamar a primera fila. Cuentan que Albert Rivera ha recurrido a un headhunter para fichar altos cargos, en las estructuras intermedias ya no se ve mal mantener a personas de confianza de los anteriores inquilinos de San Telmo (el caso de Manuel Muñoz en Turismo es un ejemplo) y, con carácter general, son muchos los profesionales de la etapa socialista que siguen en sus puestos... Si el servicio a la patria se impone al salario, queda recorrido: dejen encendido el móvil y, sobre todo, actualicen su perfil en Linkedln.

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