El balcón

Ignacio / Martínez

Necesitamos Erasmus

EL ministro Wert se supera a sí mismo; cada vez se parece más a su caricatura. Su última hazaña ha sido intentar recortar el complemento nacional para las becas Erasmus de intercambio de estudiantes y profesores europeos. Anda desnortado y no tiene la excusa del ignorante. Cuentan que el viejo Jean Monet preguntado en los 70 por el éxito de la Europa que ayudó a fundar respondió que si volviera a empezar empezaría por la cultura. La misma idea expuso el viejo Mitterrand en su último discurso en el Parlamento Europeo en los 90.

El presidente francés sostuvo que los grandes movimientos artísticos y de pensamiento habían desbordado las fronteras y unido a los países de Europa. (Añadía que las guerras fueron la tradicional manera de relación entre las naciones del continente, de ahí que se creara la Comunidad Europea en los 50 como antídoto). Hoy podríamos decir que si volviésemos a empezar deberíamos empezar por el programa Erasmus.

Más de tres millones de estudiantes han participado en este programa desde que se creó hace un cuarto de siglo. Erasmus es una de las más sencillas y baratas armas de cohesión cultural en la Europa actual. Es más, se prevé que en los próximos siete años se beneficien de estas ayudas más de cuatro millones de jóvenes. Pero el ministro de Educación y Cultura trabaja con herramientas desatinadas. Recorta, no reforma. E invoca con arrogancia la mayoría absoluta del PP, pero olvida que en las elecciones generales de 2011 sólo tres de cada diez ciudadanos inscritos en el censo votaron a su partido.

El complemento español a estas becas se ha salvado de la guadaña, pero queda amenazado para el curso próximo. Una pena. La comisaria Vassiliou sostiene que en tiempos de dificultad económica y alto desempleo juvenil es más importante que nunca el programa Erasmus por la competencia y la experiencia internacional que aporta, y porque hará más proclives a los alumnos a la movilidad laboral. La comisaria chipriota es una liberal, ideología de la que presume Wert, aunque no la ejerza.

Está en riesgo un método de intercambio de experiencias, conocimiento e idiomas en el que España está en cabeza de la UE con 40.000 estudiantes anuales y más de cuatro mil profesores. Y en el que Andalucía es líder con ocho mil alumnos, que junto a las becas comunitaria y estatal reciben un suplemento mensual de la Junta. Además, la Universidad de Granada es la que más estudiantes aporta y la que más recibe de todo el continente. Y la de Sevilla está entre las primeras.

Que los jóvenes salgan de su patria chica, conozcan otros mundos, otras personas y otros idiomas es una de las grandezas de la Europa actual. Un Gobierno reformista encontraría la fórmula para apoyar este programa. Ojalá el ministro no cumpla su amenaza de recorte el próximo curso. Todo es posible; quizá ya no esté en el cargo. Dicen que 2014 se presenta venturoso.

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