EL ex alcalde del PP de MIjas Ángel Nozal le lanzó un órdago el lunes a su sucesor Juan Carlos Maldonado de Ciudadanos: le amenazó con romper el pacto de gobierno por nombrar a un jefe de la Policía Local que él había destituido. Maldonado ha respondido al desafío retirándole todas las delegaciones de gobierno que le había concedido para dejarlo sólo como primer teniente de alcalde figurativo (tampoco es que el regidor le hubiera dato mucho responsabilidad antes, tenía el área de Playas, Medio Ambiente y Extranjeros). Da la impresión de que Nozal ha calibrado mal su jugada y ha perdido. Y, lo que es peor, es posible que nadie de su partido acuda a defenderlo de la afrenta, más bien puede suceder todo lo contrario. El lunes se constituye la nueva Diputación de Málaga y el candidato popular a presidir el organismo, Elías Bendodo, depende del voto del único diputado provincial de Ciudadanos para asegurarse la reelección. Así que no sería muy lógico que a unos días vista de las votaciones Bendodo realice algún gesto que pueda contrariar a su socio. Los impulsos de Nozal le han podido costar esta vez un serio disgusto.