Editorial

Nuevo éxito policial en la lucha contra ETA

EN mitad de un contexto económico preocupante para España, cuando Europa parece empezar a recuperarse de la crisis y la economía nacional sigue estancada y el país tiene una convocatoria de huelga general a la vuelta de la esquina, al menos la lucha contra el terrorismo arroja buenas noticias. La Guardia Civil, en colaboración con las fuerzas de seguridad belgas, detuvieron durante la madrugada de ayer en Ostende a Luis María Zengotitabengoa, presunto miembro de la banda terrorista de origen vasco. En lo que va de año se han producido capturas de hasta 67 supuestos miembros y colaboradores de ETA que fueron puestos a disposición de la Justicia. Un dato que, aunque no debería hacer que nadie proclame un excesivo optimismo, sí permite contemplar con cierta satisfacción la línea de trabajo de las fuerzas de seguridad. Si el Ejecutivo y la oposición son capaces de mantener el consenso tácito en la materia -que representantes del PP como Jaime Mayor Oreja intentan dinamitar sin suficientes pruebas- puede decirse que el terrorismo, como ya apuntan las encuestas, va poco a poco dejando de ser un problema de primera magnitud para los españoles, circunstancia a la que ha contribuido la degeneración de la banda terrorista hasta convertirse en un grupo marginal -en términos políticos- que, aunque todavía tiene capacidad para hacer daño -matar es demasiado fácil- está dirigido por terroristas cada vez más inexpertos, violentos y sectarios. Si se analiza dónde se han producido la mayor parte de las últimas detenciones, llama la atención un detalle: frente a lo usual, que era que estas capturas acontecieran en suelo español y francés -el santuario tradicional de los etarras- bastantes de las últimas operaciones han tenido lugar en Portugal, Irlanda del Norte, Italia y Bélgica. Un dato que induce a pensar que el hostigamiento de las fuerzas de seguridad, gracias a la colaboración gala, está provocando que los terroristas busquen refugios en otros países europeos para escapar del cerco policial. Tal parece ser el caso de Zengotitabengoa, considerado quemado por estar fichado desde hace tiempo por la Policía. La ejemplar línea de colaboración con Francia, a la que se deben muchos de los recientes éxitos en la lucha contra el terrorismo, debe reforzarse y ampliarse a toda Europa, cuya solidaridad con España es vital. No debe haber refugio seguro para los terroristas.

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