El balcón

Ignacio / Martínez

Nuevos y malos tiempos

LAS novedades hacen del 12 de octubre de 2013 un día señalado. Por primera vez desde que es Rey, Juan Carlos de Borbón falta a la celebración de la Fiesta Nacional; por primera vez el Príncipe Felipe preside el desfile y hace un discurso y un brindis, por primera vez acude la neófita presidenta de la Junta que es objeto de todas las miradas, por primera vez desde que dejó La Moncloa asiste José María Aznar, por primera vez en Cataluña salen a la calle decenas de miles de personas para mostrar que se sienten españoles.

El Príncipe hace algo nuevo en la recepción del palacio real: un discurso, breve y medido. Habla de historia milenaria, de lo que hemos conseguido juntos y de lo mucho que se logrará en el futuro, de la Corona al servicio de España para garantizar el progreso y el porvenir superando cualquier dificultad. Es el gran protagonista del día, en el desfile y la recepción.

El escollo mayor en el horizonte es Cataluña. Aznar, otra novedad, asiste a la recepción del palacio de Oriente y afirma que lo hace para mostrar su lealtad a la Monarquía y a la democracia, preocupado por la gravedad de la situación en Cataluña. Allí en Barcelona varias decenas de miles de personas, entre 30.000 y 100.000 según las distintas fuentes, han salido a la calle para dar réplica a la masiva cadena humana de la Diada.

Como Susana Díaz era nueva en la efemérides, Miguel Arias Cañete le ha gastado una broma: se ha llegado hasta ella en compañía de Montoro y Báñez, para decirle que le había caído muy bien a Rajoy y que dado que con él no podía pelearse, que eligiera al ministro andaluz que prefiriese como antagonista. Arias cree que el pacto contra la corrupción propuesto por la presidenta andaluza le da un gran margen al Gobierno: si el PSOE no acepta en el Congreso el pacto por la transparencia y contra la corrupción del PP, se ofrecerá a las comunidades autónomas. Alguien sensato le advierte contra el juego de debilitar a la oposición, porque es lo contrario de una política de Estado. La única concesión del día a Rubalcaba es una cordial conversación con Aznar sobre lo que les une: el Real Madrid.

El citado Montoro, cuyo verbo es impagable, ha tenido esta semana frases de época: los salarios crecen moderadamente y que el cine español es muy malo. Rajoy ha tenido ayer que echarle un capote a su ministro, del que ha dicho que es magnífico, en un momento muy difícil. Susana Díaz también dice que le ha tocado el momento más difícil. (Los nuevos tiempos son malos). Todo el mundo la miraba y hasta la medía. Un colega veterano comenta que en persona es más pequeña, que en la tele se come la pantalla y parece mucho más grande.

Un día de fiesta debería prestarse al optimismo. Pero las previsiones para el año que viene no dejan hueco: en las que sacará la Comisión Europea en noviembre, España sólo crecerá unas décimas. El paro aumentará un poco. Pero ojo, cada décima son 60.000 personas. Como para que Montoro haga chistes.

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