La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El PP y el anzuelo cristiano

La readmisión del humanismo cristiano entre los principios que inspiran al PP es un anzuelo para captar votos

El PP recula y, en contra de lo deseado por su ala ultraliberal neoconservadora, incluye el humanismo cristiano como uno de sus principios ideológicos vertebradores en el artículo segundo de sus estatutos: "Estamos inspirados en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental". No dudo que la libertad, la democracia y la tolerancia inspiren los principios del PP. En esto, lógicamente, es idéntico a los otros partidos democráticos con aspiraciones de gobernar la nación. Ninguno se presentaría a sí mismo diciendo que su inspiración es el autoritarismo (y no la libertad), la dictadura (y no la democracia) y la intolerancia (y no la tolerancia). Ni tan siquiera Marine Le Pen lo hace en Francia. Pero hay razones para creer que la readmisión a regañadientes del humanismo cristiano entre los principios que le inspiran es un anzuelo para captar votos, un engaño en el sentido taurino de la palabra o, mejor aún, en el utilizado por los alfareros para referirse a las piezas meramente decorativas y sin uso práctico como alfarería de trampa o cerámica de engaño.

Pasolini intuyó hace más de 40 años que a la nueva derecha ya no le interesan sus antiguos pactos de poder con la Iglesia institución, ni el humanismo cristiano como inspiración moral e ideológica. En 1973 escribía: "El futuro pertenece a la joven burguesía que ya no necesita detentar el poder con los instrumentos clásicos, que no sabe ya qué hacer con la Iglesia, la cual, ahora, ha terminado por pertenecer a aquel mundo humanístico del pasado que constituye un impedimento a la nueva revolución industrial. El nuevo poder burgués necesita en los consumidores un espíritu totalmente pragmático y hedonístico, neo-laico y ciegamente olvidado de todo valor humanístico: un universo técnico y puramente terreno en el que puedan desarrollarse sin cortapisas morales o éticas el ciclo de la producción y el consumo". Esta desafección de la nueva derecha es positiva para el cristianismo a condición de que la Iglesia y los cristianos sean conscientes de los engaños que, como ha sucedido con el toma y daca del PP con el humanismo cristiano, le tienden para no perder los votos tanto de la derecha tradicional como de la democristiana. Porque al desligar los principios cristianos de cualquier opción política se da cumplimiento al mandato de separar a Dios del César.

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