El PP y su tardío cascabel

Bendodo, hasta ahora, había optado por ponerse amarillo frente Nozal, pero al final se ha decantado por el colorao

El último gran centro de poder provincial se constituye el miércoles: la Diputación. Aunque tampoco son desdeñables las mancomunidades de las costas Oriental y Occidental, el último bastión creado originariamente para dotar de servicios básicos como el agua, el medio ambiente, la recogida de residuos o las playas, pero que también sirven discretamente para situar a la última remesa de políticos que han quedado fuera hasta ahora de un buen sueldo público. Son los únicos organismos en los que las direcciones de los dos partidos pueden permitir, si es necesario, un pacto de reparto de poder entre PP y PSOE. Y todos bien avenidos.

Populares y Ciudadanos han formalizado un pacto de gobierno provincial. Pero lo sucedido en Mijas ha tambaleado todo. Los jefes regionales de las dos formaciones políticas habían acordado repartirse dos años el gobierno del Ayuntamiento costasoleño. El precio exigido por el partido de Rivera a cambio de esa coalición en Málaga. Comenzaban los naranjas, pero Ángel Nozal, el alcaldable del PP, se negó a respetar el acuerdo. La inquina personal, reflejada en numerosas querellas y denuncias cruzadas durante el último mandato, con el ex alcalde de Ciudadanos Juan Carlos Maldonado le hacía inviable comulgar con esa rueda de molino. Nozal se votó a sí mismo, en la confianza en que saldría alcalde, como fuerza más votada, porque los concejales naranjas votarían a su vez a Maldonado, como estaba previsto. Pero éste vio la jugada y respaldó al PSOE. Así que el acuerdo en Diputación y posiblemente en la Mancomunidad Occidental quedaba en papel mojado.

El PP ha salvado finalmente los muebles. Pero Elías Bendodo, el presidente provincial del partido, que hasta ahora había optado por ponerse un puñado de veces amarillo delante de Nozal, ha optado por el colorao. Siempre había temido que el empresario asturiano de Mijas le montara un partido alternativo, si tomaba la decisión de apartarlo. Tras lo sucedido, finalmente le ha expedientado y su propósito inicial es dejarle a la sombra durante una buena temporada. Porque la dirección del partido también está convencida de que el nuevo regidor mijeño, el socialista Josele González, reúne el perfil y el talante como para consolidarse al frente del Consistorio en estos cuatro años.

Claro que tampoco Ciudadanos se ha librado de las convulsiones. Rivera nunca quiso barones y la ausencia de un liderazgo claro en la provincia ha provocado que en el proceso de elección de los dos diputados provinciales haya servido para destapar que el partido navega en Málaga sin rumbo ni timonel que tenga respaldo para tomar el control. Maldonado, por si acaso, se ha refugiado en la Diputación.

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