Tacón alto

Victoria Fernández

Pactar con un balón de rugby

AFRONTAMOS unas elecciones autonómicas sin plan B. Todos intuimos que para gobernar Andalucía va a hacer falta un pacto pero parece que ninguno de los candidatos lo contempla como opción. Contagiados por el Cholo Simeone, todos salen a ganar y se resisten a considerar otro escenario. Olvidan que, para los votantes, es muy importante saber con quién se pactará al final. El que más dificultades tiene para contestar a esa pregunta es el PSOE. Y es que hasta una formación recién estrenada como Podemos plantea, hoy, menos dudas ideológicas que los socialistas. Es decir, no sabemos si el PSOE será capaz de recuperar sus señas de identidad o si, por el contrario, seguirá aplicando políticas de derechas gracias al voto confiado que aún le depositan muchas personas de izquierda.

Andalucía era el ejemplo de política pactada hacia la izquierda y la han asesinado, desde la más absoluta deslealtad, ambas partes. Lo que nos queda ahora es un escenario difícil de resolver. La pantomima me ha recordado a la estrategia de soborno romano: "Roma no paga a traidores" y los mató. Posiblemente esta secuencia sea más literaria que real, pero a mí me da tufillo. Las escasas ocasiones en que se ha producido un pacto de gobierno entre los partidos de izquierdas -dos mandatos en el Ayuntamiento de Córdoba y esta última legislatura en la Junta de Andalucía- han acabado de la misma manera: fracasados, cargados de deslealtades, de protagonismos impropios y de vendettas personales.

En todo caso, ante las difíciles cuentas que habrá que hacer para conformar un gobierno para Andalucía, se hace necesario pensar en los pactos. Por un lado, el camino hacia el pacto con IU está achicharrado o, al menos, eso parece. Con IU nunca se sabe, ya que una mañana se levantan anticlericales y, a la siguiente, les ves bajo palio para purgar penas. Por otro lado, está Podemos, que, casi seguro, tendrá algo que decir. Con las lindezas que se dicen ahora desde el PSOE sobre esta formación, me temo que algunos tendrán que lavarse la boca con lejía el 23M. Si es necesario, sin duda lo harán.

Y, claro, por otra parte, nos queda el aleteo de un posible pacto de Estado entre PSOE y PP. Conozco algunos socialistas a los que les haría felices ese escenario, y a muchos más que dejarían la militancia. En este momento, el socialismo andaluz es como un balón de rugby. Hasta que no lo haga, no sabemos hacia dónde votará.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios