Postales desde el filo

Parálisis

Las dificultades que tiene Susana Díaz para subir esta vez el tren a Madrid no las resolverá al paso del tiempo

Las diferencias que se dirimen estos días en Podemos recuerdan a las que dividieron en los ochenta a los Verdes alemanes entre fundis y realos. También se consideraban un partido antipartidos que rechazaba la democracia parlamentaria en la RFA. Acabaron imponiéndose las tesis más realistas, defendidas por brillantes personalidades como Joschka Fischer y Daniel Cohn-Bendit. Que aquí se impongan los fundis de Podemos, renunciando a ocupar el centro izquierda, es lo mejor que le puede pasar al PSOE. Por la derecha Ciudadanos da también facilidades suprimiendo cualquier alusión en el mismo sentido. Claro que dentro del PSOE no faltan quienes en lugar de querer intentar reconstruir su hegemonía en el espacio que le es natural prefieren, en relación a Podemos, seguir la conocida consigna de: si no puedes con ellos, únete.

Pero me temo que antes de entrar a discutir tales asuntos tendrán que resolver los socialistas cosas más terrenales. Acabar con la actual situación de interinidad, aunque sólo sea para que el partido deje de parecer una viña sin amo. Convocar el congreso y permitir que surjan candidatos a unas primarias que, por ahora, nadie cuestiona. Dejando pasar un periodo indefinido de tensa calma no es la mejor forma de sacar al partido de su peor crisis desde la Transición. Pero, según dicen los mejor informados, el núcleo dirigente ha decidido parar para que Susana Díaz se lo pueda pensar. Aunque tendrían que saber que no podrán detener el tiempo, algo que sólo está al alcance de los dioses y no es el caso. Las dificultades que tiene la dirigente andaluza para subir esta vez el tren a Madrid no las resolverá al paso del tiempo. Es muy probable que juegue en su contra. Cuanto más largo sea el periodo de reflexión más tiempo tendrán sus oponentes para organizarse y consensuar un candidato que pueda enfrentarse a ella con garantías.

Dado el malestar existente, exigir la celebración inmediata de las primarias y el congreso es un banderín de enganche que suma adeptos según pasan los días. Pero su gran handicap son, ahora y dentro de seis meses, los problemas derivados de tener que dejar la presidencia de la Junta. No será tan fácil como cuando sustituyó a Griñán. Además de que quién fuese elegido optaría a ser el tercer presidente/a de la Junta que llegaría consecutivamente al cargo por la puerta de atrás. Demasiados riesgos. Prolongar la parálisis actual de forma indefinida es un suicidio.

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