Político en cien días
Antonio Vargas Yáñez
Una gran mentira
Luces y sombras
TÉCNICAMENTE este martes deberíamos celebrar el quinto día de la Feria de agosto, que en realidad empieza oficialmente el viernes, aunque la intención tácita de los comerciantes y hosteleros es que arranque hoy mismo.
La primera quincena del mes es la más fuerte en materia turística. Hay más posibilidades de que quede algún resto de la extra y, además el jueves es fiesta. Sin embargo, el Ayuntamiento de Málaga ha decidido aplazar el certamen de este año una semana para cumplir con la ordenanza que establece que la Feria debe incluir el día 19 entre sus fechas. Se conmemora la entrada en Málaga de los Reyes Católicos. Pero la jornada ya ni siquiera es festiva porque se reemplazó por la de los patronos. Y que conste que tras leerme en estos días Boabdil, la novela de Antonio Soler, una narración que te engancha y te transporta a una época que a veces se parece demasiado a la España de hoy, defiendo como signo de civilización que se elimine la efemérides a la vista de cómo los monarcas tomaron la ciudad.
Así que como esta Feria camina entre dos aguas, la indefinición propicia que también nazca la preferia: la del comercio, que quiere rescatar la iniciativa genuina que dio origen a la feria del centro, con degustaciones, música y baile de tienda en tienda. Ahora tiene la oportunidad de explotarla en exclusiva y separada del jolgorio oficial. Los propios feriantes anuncian que los cacharritos en el real del Cortijo de Torres funcionarán desde el jueves 15 de agosto.
Y el área de Cultura, que no sé si contemplaron este retraso como un ensayo para estudiar la opción de colocar los festejos bajo el manto de la Virgen de la Victoria, ve como por un lado afronta la necesidad de acortar oficialmente el número de días, nueve e incluso diez parecen una desmesura incluso para Málaga, y por el otro se encuentra con la política de hechos consumados que defiende que hay que agarrarse a este mes como sea después de cinco años de crisis. El propio Ayuntamiento es un mar de contradicciones. Suprimió el segundo domingo de Feria pero al tiempo organiza una cabalgata histórica como sucedáneo.
Los designios del Carpe Diem pueden representar un buen eslogan de fiesta pero suponen una mala praxis política.
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