Presentes y ausente

Alguno de los más reputados expertos demoscópicos cree que el carisma de Susana Díaz es superior a la marca PSOE

En una campaña electoral abundan los estrategas, los gurús y los expertos demoscópicos para determinar el tipo de mensajes que hay que lanzar al electorado. Antes, exclusivamente a través de los medios de comunicación, ahora mucho más por la vía de las redes sociales. Supongo que los analistas del PP han encontrado razones de peso para otorgar un papel secundario en los comicios andaluces justo al candidato a presidir la Junta.

Y deduzco que Juan Manuel Moreno Bonilla ha aceptado sin rechistar el rol. Y eso que sabe de antemano que tendrá que apechugar con los malos resultados, si se producen, y que se cobrarán su cabeza política. Mientras, si cristaliza la sorpresa, se deberá a la implicación personal de Pablo Casado. El líder nacional del PP. que puede foguearse con red de cara a los siguientes comicios locales y autonómicos. La dirección nacional del partido hace tiempo que catalogan, en el buen sentido de la expresión, de "animal político" a Susana Díaz y cree que Moreno Bonilla dispone de nulas posibilidades de derrotarla electoralmente. Aunque, curiosamente, en los dos debates que protagonizó contra ella hace algo más de tres años, no sólo salió airoso sino que claramente fue dialécticamente mucho mejor que su oponente.

Los estrategas populares defienden que la única fisura por la que es posible desmotivar al electorado socialista es la del enfrentamiento interno. Díaz contra Sánchez. De ahí la persistente alusión a Cataluña, el independentismo y los supuestos pactos ocultos con los que quieren romper España. Poco que ver con los problemas del paro, la educación o la sanidad pública o los derivados de casi cuatro décadas de gestión de un único partido que lastran a esta comunidad. No se confía en que propicien el cambio.

Alguno de los expertos demoscópicos más reconocidos del país coinciden en buena parte en el diagnóstico sobre la candidata socialista que traza el PP. Su carisma político sería superior a la de la desgastada marca de su partido. Si fuera así, el fenómeno sería digno de estudio sociológico para determinar cuál es la chispa que facilita esa comunión con el electorado en unas circunstancias objetivas que aconsejarían el cambio.

Díaz, por el contrario, no tendrá problemas de solapamiento. La agenda internacional de Pedro Sánchez en esta campaña es tan abigarrada que se ha asegurado hallarse hasta en husos horarios distintos cuando se suscite cualquier polémica. Marca sin candidato es la que pasea Ciudadanos mientras Podemos e IU estrenan una distinta en cada convocatoria, ahora Andalucía Adelante, pero conocen que su electorado es el más fiel.

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