Luces y sombras

Antonio Méndez

Primeros síntomas

CON la que cae, dedicar estas líneas al lío de la berza puede ser hasta ofensivo. Pero a veces oculto ante algo aparentemente nimio aparecen señales de agotamiento que pueden presagiar un final de ciclo. No digo que manipular una imagen del alcalde para evitar que salga el escudo de la Diputación en un mandil sea algo anecdótico. Pero tampoco exageremos. Otras instituciones ya han utilizado antes el fotoshop o sacado de enfoque al munícipe sencillamente no invitándole a los actos. El problema es que De la Torre siempre podía presentarse como víctima y ahora acaba de perder su inocencia. Nos falta mucha cultura democrática.

En este asunto al regidor le ha interesado poco saber la razón por la que el joven fotógrafo municipal de motu propio o llevado por el contexto decidió borrar el logo de la institución enemiga. La resolución al conflicto ha sido servir como cabeza de turco la del director de Comunicación, Isidro Cuberos. Pero si analizamos con rectitud, como le gusta a De la Torre y al margen del truco, ¿cómo le llamamos a que el Ayuntamiento distribuya a los medios la imagen del alcalde delante de la olla y con las cocineras prestas para el reparto, como si fuera a comenzar el almuerzo, cuando éste llegó a la hora en que los peñistas hacían la digestión de la merienda? ¿Magia?

Creo en la libertad de expresión. Pero me resulta insólito que sea la mujer del alcalde la que salga a defender las decisiones de su marido en una tertulia de Onda Cero. Desde el relevo en Comunicación a la polémica compra del Ayuntamiento de la televisión del diario Sur. Y además marcó territorio. También protegió a la otra protagonista, la concejal que protestó al presidente de la peña por los delantales. ¿Ve lógico De la Torre que su esposa parezca que ejerce de portavoz del gobierno municipal en asuntos de este calado? A Cuberos, su sexto responsable de Comunicación, lo fichó él personalmente por 90.000 euros. ¿Quién es el culpable de los desaciertos con sus equipos? ¿Joaquín Ramírez?

Y cuidado. Es maravilloso articular el discurso de futuro de la Málaga con mil museos, la de la Capitalidad Cultural Europea. La que quiere organizar la Expo universal tecnológica. La Málaga Valley de la avenida del Conocimiento. Pero se me antoja difícil alcanzar la meta siendo rehenes de la Málaga de la berza.

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