De rebote

José Manuel Olías

Propósitos

ACABÓ al fin la Navidad. Para los que no tenemos hijos, ni siquiera sobrinos, y trabajamos desde el día 1 finalizó antes, aunque uno no se puede aislar de la sociedad en la que vive, aunque quisiera. Época de excesos, de reflexión, de propósitos. Particularmente, he comido y bebido mucho, demasiado, le he dado muchas vueltas a la cabeza, también excesivas. Me reté a mí mismo a correr un medio maratón este año. Aunque aún no sé si es un medio o una media. Maratón es una sustantivo masculino. Pero veo que en la mayoría de las competiciones se anuncia como media. En fin, que si ya empezamos con estas dudas, es posible que al final se quede en un menos de un cuarto de la distancia que en su día recorrió Filípides para anunciar la victoria griega sobre los persas, con la clásica Carrera Urbana en octubre.

También me propuse no enfadarme con cosas nimias. Me sentí un poco desplazado en varias conversaciones. No sabía el nombre de ninguno de los participantes en la última versión, ya perdí la cuenta, de Gran Hermano. Me quedé con el de la pierna encima. Ahora tengo una buena oportunidad de ponerme al día. Hay un canal de 24 horas dedicado exclusivamente a contar las andanzas de los habitantes de la casa. Hace 10 años era en Guadalix, municipio de la sierra madrileña que, admito, conocí por el citado programa. Ignoro si se sigue realizando allí. Y creo que seguiré sin saberlo. Ocupa el canal el hueco de CNN+, una interesante oferta que desaparece. Honestamente, diré que no era consumidor masivo del difunto canal, aunque sí ocasional. Venía bien para ponerse al día de 20 minutos y había debates interesantes. He visto una oleada de solidaridad, pero las audiencias no eran buenas y el negocio es el negocio. El incierto futuro de muchos compañeros, tristemente, es una moneda común en esta profesión que genera tanta controversia. Todo el mundo tiene un periodista dentro, pero curiosamente en el gremio cada vez se producen más deserciones de gente preparada, eficaz y brillante en busca de otra vía para ganarse la vida. Y a los que soñamos alguna vez escribir en un periódico nos duele.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios