Propuestas o visceras

La solución es definir un plan de movilidad capaz de resistir cualquier resultado electoral

Es probable que cuando lea estas líneas ya se haya debatido la moción de Cs para revisar el convenio de 2013 con la Junta y proponer llevar el metro al Parque Tecnológico. Eso sí, sin sacar de la agenda su, acordada entonces, continuación hasta el Hospital Civil. Lo que viene a ser como votar si queremos una ciudad de primera con línea y media más de metro. Algo con lo que nadie puede estar en desacuerdo, pero que no deja de ser un "pasa la bola" después de que los concesionarios del metro advirtieran de la dudosa rentabilidad de éste y los empresarios de la tecnópolis de la posibilidad de abandonarla, si no se solucionan el problema de acceso. A lo que el ayuntamiento respondió repartiendo responsabilidades y echándoles en cara que todos quisieran entrar a trabajar a la vez. Pese a haber sido concebida sin un sistema de transporte eficiente y en 2011, cuando el problema ya era patente, el PGOU no apuntara solución alguna.

El diseño de la ciudad responde en buena medida a decisiones ideológicas sobre el tipo de urbe que queremos, la confianza que tenemos en modelarla o si preferimos dejarla al abur del mercado, o el respeto que procesamos por el medio ambiente y el patrimonio. Pero también por una serie de problemas, que una vez planteados, tienen una respuesta esencialmente técnica o económica, y en muchos casos, de mera voluntad. La necesidad de encontrar una solución al acceso al PTA y completar el trazado del metro son dos ejemplos. Aunque puestos sobre la misma mesa no hayan dejado de ser una excusa más para la confrontación. Por su coste económico y sus plazos de ejecución, la solución de ambos solo puede concebirse a medio plazo. Con un horizonte que probablemente no brinde ninguna inauguración a quienes deben resolverlos. Y donde es probable que los partidos que hoy gobiernan las administraciones mañana manden en otras distintas a las que hoy dirigen. La solución no es entonces proponer brindis al sol, sino definir un plan de movilidad capaz de resistir cualquier resultado electoral. Un plan que coordine los diferentes medios de transporte público y en el que las distintas fuerzas políticas asuman conjuntamente el coste de las decisiones menos populares en bien de un proyecto común. De momento y en vísperas de elecciones generales y municipales, sería bueno que empezaran por explicar claramente sus propuestas. Nos ahorraríamos la invocación a nuestras vísceras.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios