La mujer acusada de participar el 8 de marzo del 2013, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en la Gran procesión del santo chumino rebelde, en Málaga capital, se declaró inocente y aseguró que no pensó que pudiera ofender a los católicos. Durante la procesión, la procesada portó el trono y también empuñó el megáfono para difundir las proclamas del grupo, según las acusaciones. "Entiendo que pueda resultar ofensivo, pero jamás fue mi intención, puede ser soez pero no ofensivo", insistió la acusada.

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