El cuentagotas

Eugenio Chicano

Rafael Albertien Cádiz

RARA vez he podido constatar la estrecha concomitancia, la afinidad toda, entre una persona y su ciudad natal como la que disfrutó Rafael Alberti con Cádiz y su correspondiente viceversa. Desde su Marinero en tierra al nombramiento de Doctor Honoris Causa por la Universidad gaditana hay toda una vida cantando la presencia de Lo vivo lejano. Acompañé con Mari Luz a Rafael en Cádiz -primavera del 86- a su nombramiento de Doctor. Una carpeta de tres aguafuertes míos, fue el regalo con que la Diputación gaditana se sumó al acto. Además de mil piropos, enfáticos discursos, aclamaciones y aplausos... nos quedamos con el recuerdo de un numerosísimo y disciplinado coro de niños -formados a la entrada del instituto Rafael Alberti que se inauguraba el segundo día de homenaje- que a las órdenes de su director le cantaron al poeta: "Rafael / puso un huevo en la pared / los chiquillos que lo vieron / apartaron a correr... Así tres veces. Comentó Rafael más tarde que no había recibido nunca un homenaje tan sincero, inmediato y tan genuinamente gaditano.

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