Crónica Personal

El Rey maltratado

Esto de los indultos y de no salir en defensa del Jefe del Estado no va de reencuentros, sino de seguir teniendo los votos independentistas

Nunca el Rey ha sido tan mal tratado por un Gobierno y por los partidos que apoyan al Gobierno. Nunca. El presidente ha ninguneado a don Felipe en cuanto ha tenido ocasión, con alguna corrección con la que intentaba que se olvidaran las ofensas anteriores. Y además de ningunearlo, ha dado alas a quienes le cuestionan, insultan, abuchean, boicotean y no le aceptan como rey. Pedro Sánchez lo tenía fácil: además de insistir en su respeto al Jefe del Estado, nada como tratar a los disidentes como lo que merecen, en lugar de ser más dadivoso con ellos que con cualquier otro Gobierno autonómico, aceptar sin que le tiemble el pulso su eterno chantaje, negociar la ruptura de España y, para remate, indultarlos en contra del criterio del Tribunal Supremo y blanquear así sus delitos y su permanente rechazo a la Constitución.

Ha sido irresponsable Isabel Ayuso al abrir un debate que nunca se tenía que haber producido y menos aún en un momento tan delicado como el que actual, con un Gobierno que arruina a los españoles, desprestigiado en el exterior, que pacta con sediciosos y con un presidente que ha hecho de la mentira virtud. Ayuso asegura que ha sido mal interpretada, pero un político con cargos institucionales debe medir bien sus palabras antes de hacer aseveraciones tan graves como las de la presidenta madrileña. El Rey nunca es cómplice de nada cuando cumple estrictamente la Constitución, y la española le obliga a rubricar cualquier ley promovida por el Gobierno y que haya sido aprobada por el parlamento. Le guste o no le guste. Y todo apunta a que a don Felipe no debe entusiasmarle el indulto a los independentistas, pero no es más que una suposición, no se ha pronunciado ni puede hacerlo. Pero sus apelaciones constantes a la unidad de España y a la lealtad a la Constitución, son toda una pista. Tan clara sobre todo a partir del famoso discurso del 3 de octubre del 2017, que los independentistas catalanes, y todos los que los jalean -incluidos los miembros de Podemos que forman parte del equipo de Sánchez- critican. Son los que encabezan las manifestaciones contra el Rey, lo ningunean y no le reconocen como Jefe de Estado. Lo maltratan. Todo ello sin que el presidente les haga el menor gesto que indique que como sigan por ese camino se olviden de negociaciones.

Esto de los indultos y de no salir en defensa del Jefe del Estado, como sería su obligación, no va de reencuentros, pacificación y poner punto final a un problema, sino que no tiene más objeto que conseguir que los independentistas le sigan dando sus votos. No queda más remedio que apretar los dientes y aguantar. Pero que Sánchez al menos se deje de engaños.

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