Ruina para Andalucía

Además de los Pactos de la Moncloa de Sánchez, en Andalucía serán necesarios unos Pactos de San Telmo

Al llegar el Domingo de Ramos se siente, en toda su crudeza, el alcance de la pandemia del coronavirus. Andalucía es la comunidad más castigada de España en lo económico. A pesar de que en lo sanitario, dentro de lo malo, está saliendo mejor que otras. Según los datos de ayer, es la séptima comunidad en número de muertos, 426 personas (en España ya son 11.744 fallecidos), aunque es la que tiene más habitantes. La incidencia del coronavirus es mucho menor que en Madrid, Cataluña o las dos Castillas, donde se acumulan la gran mayoría de los casos. El mayor foco andaluz está en la provincia de Málaga, aunque es curioso que la menor incidencia se da en otras tres provincias costeras: Cádiz, Almería y Huelva.

Sin embargo, los datos del paro de marzo son funestos para Andalucía. La Seguridad Social perdió 209.818 afiliados. El desempleo andaluz registrado aumentó en 138.569 personas, y se acerca ya al millón de parados. La gran mayoría procede del sector de servicios, con 89.004 parados más. Aunque llaman la atención los 31.982 nuevos parados de la construcción. Tras la frialdad de esas cifras, está la certidumbre de que la economía andaluza saldrá muy debilitada de esta pandemia. Precisamente, porque el confinamiento y la crisis han llegado en los momentos más dolorosos.

Para Andalucía ha sido un desastre total. El coronavirus se ha llevado por delante la temporada de Semana Santa. Además de los momentos sentimentales y emotivos que hemos perdido, queda una economía devastada. En toda Andalucía era temporada alta y uno de los momentos de más ingresos para el turismo. Los hoteles y la hostelería, en general, han quedado arruinados a corto plazo. Y tampoco podremos disfrutar de las demás fiestas de primavera (las ferias, los patios cordobeses, etcétera).

Marzo, abril y mayo son meses esenciales para la economía andaluza, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez haya considerado como "no esenciales" casi todas las actividades productivas de Andalucía: el turismo, los servicios, la construcción, o las principales industrias (como la aeronáutica, entre otras). Después de la primavera, vendrá el verano, que tampoco será igual, con una economía debilitada.

Además de los Pactos de la Moncloa de Sánchez, serán necesarios unos Pactos de San Telmo. Andalucía saldrá tocada y hundida. Con más dureza que las demás regiones, a pesar de que se encuentra entre las menos afectadas por la enfermedad.

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