Postales desde el filo

Saber qué somos

El ex socialista Pérez quizás prefiera definirse ahora como independentista sin fronteras

Escribir la columna mientras pasa la cabalgata por la calle trayendo la ilusión a la chiquillería invita a convertirla en una carta a los reyes. En una petición de todo lo que debería ser y no es. O tirar de ingenio y pedir el regalo que harías a cada uno de nuestros dirigentes políticos. Yo me conformo con que me ayuden a entender este mundo que después de tantos años comprendo menos que nunca. Juzguen si no: el triunfo de Trump fue una desgracia para la humanidad que ahora sabemos que ni él mismo deseaba. También los líderes del Brexit se sorprendieron con su victoria y siguen sin creérselo. Nuestros independentistas reaccionaron como niños tras declarar la república: unos corrieron a esconderse y otros repetían…. yo no he sido. Vivimos tiempos ridículos. No sé como se apañarán los historiadores para hacer comprensibles estos acontecimientos a las generaciones venideras.

Sabemos, más o menos, de dónde venimos pero, aunque preferimos no saber a dónde vamos, deberíamos saber qué somos. Eso parece pensar el ex candidato a la secretaría general y dirigente de la corriente Izquierda Socialista del PSOE, José Antonio Pérez Tapias, al abandonar el partido tras veinticinco años de militancia. No por dejar de ser socialista, al contrario, cree que hay muchas formas de serlo. Parece que la actuación del PSOE en Cataluña y su resistencia a formar un frente con Podemos e independentistas están entre las razones por las que cree que su lugar político es otro. Sostiene el decano de Filosofía de la UGR que para ser de izquierdas hay que pactar un referéndum en el que los catalanes gocen del privilegio de decidir por todos lo que a todos nos afecta de forma determinante. O que hay que creer en el decisionismo y la democracia plebiscitaria. Y que defender al Estado con la Constitución cuando éste está gravemente amenazado es pasarse al enemigo. También cree en la necesidad de un nuevo periodo constituyente desde el que abordar el "asunto de la naciones". Y es que ser de izquierdas es disolver la cuestión social en el conflicto territorial. Ser de izquierdas es afanarse en deconstruir el demos, romper la cohesión territorial, dinamitar el principio de caja única, creer que son los territorios los sujetos de derecho y no las personas, etc. ¡qué simple éramos cuando creíamos en la izquierda internacionalista! El ex socialista Pérez quizás prefiera definirse ahora como aquella dirigente de la CUP: independentista sin fronteras.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios