La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Sánchez vende barato el PSOE

Sánchez ha devaluado el PSOE, engordado la extrema derecha y dado poder a la extrema izquierda

Lo logró: Sánchez ha llevado al PSOE al punto más bajo de su historia democrática. Ha pagado su aspiración a la Presidencia al precio de la humillación de su partido, al que ha vendido de saldo a Pablo Iglesias. Una victoria fácil para Unidas Podemos. Doblarle el pulso a Sánchez no tiene mérito: carece de él. De pulso intelectual, de pulso político y de pulso ético. Es un triunfo cómodo. El caballo estaba dentro de Troya: era la ambición desmedida y la soberbia de Sánchez. La ambición del torpe y la soberbia del lerdo son mucho más peligrosas que las del inteligente. Éste se venderá caro pero el primero se vende barato a él, a los suyos y a la nación si hace falta.

Las limitaciones de Sánchez han permitido a Iglesias comprar barata la vicepresidencia y lo que haga falta. Ha logrado un triunfo histórico tras romper su partido y sufrir una imparable hemorragia de votos: en las elecciones de abril perdió 29 escaños y más de un millón y medio de votos, pasando a ser cuarta fuerza política; en las del pasado domingo volvió a perder sobre aquella pérdida, esta vez siete diputados y 700.000 votos. Con los peores resultados en la mano Iglesias ha logrado el mejor pacto que pudiera soñar. Para que esta alquimia de transformar los peores resultados posibles en el mejor pacto imaginable se haga realidad es necesaria la magia de Sánchez, aprendiz de político que obtiene su fuerza de la historia y la solidez del partido que está vaciando de valores y, ahora, de dignidad.

El trío Sánchez (el que no podría dormir con ministros de Unidas Podemos en su Gobierno), Ábalos (el que les dice a los periodistas lo que deben preguntar) y Calvo (la que afirma que ellos no han convocado estas elecciones, sino las de abril) ha dado los resultados esperables. Oír ayer las recientes palabras de Sánchez ("tendría que haber aceptado que el ministro de Hacienda, de política energética o el encargado de las pensiones fuera una persona del círculo cercano de Iglesias con poca experiencia de gestión [...] creo que no sólo yo, el 95% de ciudadanos, incluso los votantes de Unidas Podemos, no dormirían tranquilos") daba vergüenza. Pero para sentir vergüenza hay que tenerla.

Sánchez ha logrado, con su errónea estrategia de ir a elecciones confiado en las encuestas, devaluar al PSOE, vender barato el Gobierno, engordar la extrema derecha y dar poder a la extrema izquierda. Un logro histórico, desde luego.

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