Desde Santurce, 19 domingos, 127 días y 47 años

Si por la cinta hubieran circulado sms o whatsapp seguro que la operadora no habría reparado. Pero se trataba de una carta

Una operaria del complejo ambiental que la Mancomunidad de la Costa del Sol gestiona en Casares ha descubierto esta semana en la cinta de residuos urbanos varios folios de una carta que un soldado le escribió a su novia residente en Málaga. 19 domingos y 127 días le quedaban al joven que cumplía la mili en Santurce para terminar con el servicio a la patria y reencontrarse con su amor. Nosotros nos hemos enterado de sus intenciones 47 años después, cuando la misiva, conservada durante casi cuatro décadas, acabó en la basura. Posiblemente uno o una del más de medio millón de residentes, en los 11 municipios que utilizan habitualmente este vertedero, decidió realizar una limpieza de recuerdos o a saber qué sucedió.

A la trabajadora que halló las letras le pareció tan "romántica" la misiva que propuso conservarla. Y la cadena de mando de sus jefes han avalado su opinión porque finalmente nos han filtrado el descubrimiento a los medios de comunicación. Y aquí estoy escribiendo del asunto como si fuera lo más importante que ha sucedido en Málaga esta semana. Con más notoriedad que la presencia de dos consejeros del Gobierno andaluz, incluido el de Presidencia, Elías Bendodo, para convertir en acontecimiento la inauguración de una fuente en la capital. Así de elevado se encuentra el listón de los políticos este curso. O por delante del empleo, con el mejor agosto en la última década en la provincia. Lástima que el 91% de todos los contratos que se han formalizado este año sean temporales. La recuperación del turismo, el incremento de la circulación en verano, con cuatro millones de vehículos y el consiguiente aumento de los accidentes. O la tregua del Covid con un menor número de hospitalizaciones que en junio. O la cueva que ha provocado que miremos a la cementera de La Araña y nos preguntemos qué hace esa industria ahí.

No. Está la historia del soldado de 22 años. Desde Santurce, contaba los días para volver a su normalidad en Málaga. Y convencer al futuro suegro de que no era un hippie para que no se opusiera a la relación con su hija. Al menos el Ejército ya le había desposeído de su apodo de el melenas. Y eso que a la pareja le gustaba José Feliciano y no Abba, es un decir. ¿Cómo acabó todo? Por el momento, en Casares.

La operadora reparó en esas páginas de color sepia. Si por la transportadora hubieran circulado sms, wathsapp, telegram o cualquier otro tipo de mensajes con los que ahora nos comunicamos, seguro que no le habría prestado atención. Pero hace 47 años la vida necesitaba miles de caracteres para dar cada paso. Aunque todavía faltaran 19 domingos para descubrir la verdad. Ahora sólo se exige un titular.

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