Cenacheriland

Ignacio del Valle

Semana de la atascabilidad

Un centro impaseable conquistado por terrazas, veladores y velocípedos de despedida de soltería cogorza

Cruzar el salchichón de Málaga de este a oeste por la ruta litoral es perder tiempo. Atravesar del paseo de los Curas al Muelle Heredia en hora punta se hace a paso de trono. Puede aprovechar para hacer yoga, respirar hondo y vaciar la mente de pensamientos negativos. Medir con pulsaciones de corazón la eternidad de un semáforo en rojo. Aguantar las tareas pendientes según el turno de luces. Con suerte cruzará un semáforo a los tres intentos avanzando como un gusano. Parachoques junto a parachoques al ritmo de las trompetas de claxon desesperado. En junio recortaron el tráfico por la Alameda Principal. Un nudo digerible con la ligereza de vacaciones y la ausencia de buses escolares. Ya entrados en la productividad pálida y los horarios inflexibles con vehículos pesados de la construcción, la duración del trayecto se incrementa hasta en un 33% para gloria de los taxímetros.

La cuestión es que ese trazado alternativo, señalizado con rayas amarillas de cuestionable provisionalidad, tiene pinta de quedarse a vivir para siempre. A este paso vamos a necesitar aquel viaducto de infografía diputacional que sorteaba la bahía a costa de unos titulares. Lo que comenzó como una ocurrencia, vislumbrando el crecimiento demográfico, cobrará trazas de necesidad real. Es lo que tiene la política ficción. A veces se cumple como en los peores presagios de Julio Verne en su París en el siglo XX. Sólo hay que echar números y proyectar dónde vamos a encajar tanto vehículo en el arrebato de nueva construcción. Urbanizaciones y torreones domotizados, más peña en el vecindario. La promesa del confort capitalino y la tranquilidad del campo tirando de flotilla de vehículos particular. Cenacheriland smarcity city bang bang ha blindado su casco histórico como una almendra garrapiñada. Dulce y dura de vivir. Un centro impaseable conquistado por terrazas, veladores, patinetes, segways y velocípedos de despedida de soltería cogorza.

Del 13 al 23 de septiembre electrificamos a lo europeo las jornadas de la movilidad. Olvide su diésel, tire de tarjeta EMT o mediometro. Aparque en el Martín Carpena, billetito gratis, día sin coches, día de la bicicleta. Apriete el orto y dele al pedal. Sostenibilidad, medioambiente, urbanismo, transporte público y convivencia en nuestra semana de la movilidad atascada. Se agradece que las intenciones y las ideas sean buenas ¿Qué pasará en la práctica? ¿Volveremos a perder más tiempo?

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