La ciudad y los días

carlos / colón

Silbando en el punto de mira

EN el mismo diario nuestro de ayer se podían leer dos titulares que, al unirse, dan miedo: "España continúa en el punto de mira yihadista" y "El preso Rafah Zouhier sale de la cárcel". Este país, en el que según el ministro del Interior existe un "riesgo probable de que se cometa un atentado terrorista", tiene un Código Penal que ignora la cadena perpetua no revisable para estos delitos. Es una incógnita cuánto dolor y cuántas muertes habrá que pagar para que se modifique. Cinco días después del décimo aniversario de la tragedia del 11-M nada ni nadie podrá impedir que Zouhier salga de la cárcel tras cumplir sólo diez años de condena por ser un eslabón en la cadena de la venta de los explosivos utilizados en los atentados. La Fiscalía y las acusaciones pedían más de 30.000 años como cooperador necesario, pero el tribunal de la Audiencia Nacional lo condenó a diez como intermediario. Póngase la condena en relación con las que se dictan por delitos económicos y saquen consecuencias: intermediar en un atentado que provocó 192 muertos y 1.800 heridos cuesta en España diez años de cárcel.

Parece que tampoco nada ni nadie podrá impedir que Zouhier se quede en España, como desea, porque durante su reclusión se ha casado con una española. Las víctimas han pedido que sea expulsado a Marruecos, pero los expertos afirman que su matrimonio lo hace imposible. Sobre esta unión recae la sospecha de que se trate de un matrimonio de conveniencia, y por lo tanto penado por la ley, pero también se dice que será difícil demostrarlo. Por lo menos que este tipo deambule por nuestro país no nos cogerá por sorpresa: los españoles sabemos mucho de terroristas que, una vez cumplida su leve condena, se burlan de sus víctimas y hasta se instalan en su vecindad para atormentarlas. Las víctimas del terrorismo islámico deben aprenderse la lección que las víctimas del terrorismo etarra se saben de memoria.

Se ha legislado sobre esta cuestión como si los terroristas fueran delincuentes comunes cuya reinserción sea posible o deseable cuando, aun en el caso de que fuera posible en el pleno sentido de la palabra -lo que incluiría el cumplimiento de condenas más severas, la petición de perdón y la colaboración con la justicia-, para muchos de nosotros no sería deseable. Como ha dicho una de las víctimas: no lo queremos como conciudadano. Cadena perpetua no revisable para los crímenes terroristas.

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