La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Sólo lo vital exige sacrificios

No debería obligarse a desplazarse para trabajar a quienes satisfacen necesidades no vitales

Nos dicen que estamos al principio de la crisis y que lo peor está por llegar. Nos advierten que tres o cuatro días de encierro son soportables, incluso una semana, pero que la presión psicológica y la ansiedad serán fortísimas cuando la reclusión se prolongue tres, cuatro o más semanas. Aunque quedarse en casa no supone el sacrificio mayor. Además de quienes por su profesión están obligados a trabajar fuera de sus casas, muchos se ven obligados a hacerlo en actividades no relacionadas con servicios esenciales. Todos los profesionales cuyos oficios estén relacionados con la salud, la seguridad, el abastecimiento o la información no pueden recluirse en sus casas. Desde los médicos a los servicios de limpieza de los hospitales, desde quien le atiende en el supermercado o la farmacia a los transportistas que hacen posible el suministro de alimentos y medicinas, desde los policías y militares que garantizan el orden público a quienes recogen la basura garantizando la salubridad pública, desde quienes informan neutralizando noticias falsas a quienes hacen posible que funcionen los transportes imprescindibles.

Una lista de servidores públicos, aunque trabajen en empresas privadas, que no debería incrementarse con quienes están siendo obligados a trabajar para satisfacer necesidades no vitales. En el reportaje Los españoles que no pueden teletrabajar(El País) el empleado de una empresa de mensajería se queja: "Es ridículo. Mira, llevo un paquete de Zara. Hace un rato repartí colchones y televisores. Me juego la salud por tonterías. Yo llevo encantado medicinas a hospitales o a quien le haga falta. Si alguien necesita algo de la farmacia, se lo llevo. Pero no me parece bien jugármela por capricho de la gente que pide cosas que no necesita".

Como él, muchos trabajadores de distintos niveles y sectores están siendo obligados a salir para ir a trabajos no esenciales. Los datos no permiten ningún interés que no sea el general. Hemos empezado tarde y lo pagamos caro. Somos el segundo país del mundo con más nuevos casos: casi 2.000 afectados en un solo día. Y según el responsable de la OMS para la Covid-19 en Europa, estamos sólo al inicio de la epidemia. Hay que exigir eficacia al Gobierno y responsabilidad a los ciudadanos. Ahora y cuando comience la reconstrucción tras esta pesadilla que postrará a España, debilitará a la UE y agrandará la brecha norte/sur.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios