EL nuevo subdelegado del Gobierno se presentó ayer en sociedad con un lleno hasta la bandera. Aunque Jorge Hernández Mollar es un político de dilatada experiencia, sobre todo por sus años de eurodiputado, ayer se sentía emocionado. Fuera la circunstancia o el atril, el caso es que perdió dos veces las hojas del discurso. En la primera, salió en su apoyo la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. Fue sólo un folio. La segunda el traspapele fue más amplio y difícil su recomposición posterior, porque no estaban numerados. Para que no faltara de nada, alguien del público tuvo la mala fortuna de romper una copa de cristal, la única que se vio en el acto oficial en La Caleta.

NO se sabe si el presidente del PP, Elías Bendodo, ha tenido que ver en la resolución de la crisis de gobierno del alcalde de Málaga, pero al menos es seguro que supo el día antes cómo quedaba todo. Algo es algo.